VENTANA

Si callamos, perdemos

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Era muy joven cuando soñé  que caminaba por un sendero cubierto por una tupida neblina  que me impedía ver, por lo que tuve que detenerme.   Algo parecido he sentido estas últimas semanas, debido al impase generado  en el país por  el presidente Jimmy Morales al anunciar  que no prorrogaría el mandato de la Cicig y, luego,  que le vedaba el  ingreso  al comisionado Iván Velásquez.  Esas medidas aumentan   la polarización que, como una  bruma densa, obstaculiza que nos comuniquemos y avancemos como país. ¿Por qué traer a decenas de campesinos originarios de Jalapa,   que fueron trasladados con engaños  hasta la sede de la Cicig para que  manifestaran en su contra? Cuando se les preguntó  el motivo de su presencia expresaron  que  el Ministerio de Ambiente les había ofrecido empleo. ¿Por qué  semejante barbaridad?

Guatemala sufre. Estamos al borde de una crisis mayor. ¿Cuál es el faro de luz que puede guiarnos en esta noche oscura para impedir el desborde de pasiones que generen más enfrentamientos entre nosotros? El contexto señala dos escenarios nada positivos. El primero, una población cada vez con más hambre, sin empleo y deprimida. El hambre dispara la migración. Y, como si esto no fuera suficiente tragedia, esta ocurriendo otro fenómeno, un síntoma de lo mal que estamos como país. Me refiero al suicidio de jóvenes. En Prensa Libre fue publicado el incremento alarmante de suicidios entre los jóvenes de Nebaj. La falta de oportunidades que siente la gente en las comunidades rurales es un hecho. El segundo escenario. El no respeto a la Constitución, que es nuestra ley suprema que rige a todo el Estado. No quiero imaginar un país sin ley. Las mafias buscarán someter a la población por la fuerza y el miedo. Léase Venezuela y Nicaragua. Si esto ocurre la economía se detendrá. Me preocupa profundamente que gota a gota nuestra nación se agota. ¡Y todos saldremos perdiendo!”, exclamó el Clarinero. Ahora, más que nunca, Guatemala necesita de sus mejores hombres y mujeres, de líderes íntegros de todos los sectores, con la capacidad de negociar acuerdos de país para salvar a Guatemala de la debacle. No podemos perder la calma ni la cordura. Es preciso mantener nuestra mirada por encima de la niebla espesa. ¡Que Guatemala sea nuestro horizonte!

El martes 25 de septiembre, en el Periódico, el licenciado Alfonso Carrillo Marroquín publicó un comunicado titulado: Hacia la claridad. Dice: “Como guatemalteco que quiere la oportunidad de construir un mejor país para sus hijos (este debería ser el lema de todos los chapines hoy), unido a quienes trabajamos para lograrlo y estamos conscientes de las consecuencias que genera la falta de castigo, la cooptación de las redes criminales de nuestras instituciones y su intención de torcer la Constitución y las leyes para hacernos creer que luchan contra la impunidad y defienden la soberanía (no podrán mentirnos), les comparto los principios de defensa a los que debemos apelar para no dejarnos engañar ante la coyuntura que vive el país…” (Gracias, Alfonso. Recomiendo leer este comunicado en el Periódico del 25.09.2018) 1. El poder de Jimmy Morales y del Gobierno proviene del pueblo. Su ejercicio está sujeto a las limitaciones señaladas por la Constitución y la ley. Ni Jimmy Morales ni el gobierno, ni ninguna persona, sector del pueblo, fuerza armada o política puede arrogarse su ejercicio. (Art. 152) 2. Jimmy Morales y sus funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella. (Art. 154) Lo que finalmente terminó de disipar esa bruma es el párrafo con el que Alfonso concluye su comunicado: “Si callamos perdemos. Unámonos en este llamado a la Fiscal General y al MP que hoy deben actuar ante estos evidentes delitos”.

clarinerormr@gmail.com

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