URBANISMO Y SOCIEDAD

Una ciudad al garete sin políticas urbanas

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Alcaldía es un cargo público que se encuentra al frente de la administración política de una ciudad, municipio o región. Establece amplia variedad de regulaciones jurídicas, tanto en lo relativo a sus competencias y responsabilidades, como el tipo de alcalde elegido. Una de sus funciones es dirigir el ordenamiento y el diseño urbano que involucra la planificación y diseño de edificios, dar forma, moldear, grupos de edificios (densidades), espacios públicos, sistemas de transporte, economía, servicios y comodidades en que el diseño urbano es un esfuerzo ético, pero de esto nada.

Álvaro Arzú ha sido alcalde de la Ciudad de Guatemala desde el 2003, incluyendo su gestión vigente. Sin políticas regionales que ya han afectado a la Antigua y otras. Una administración que no ha evolucionado y se ha visto envuelta en conflictos personales confusos que lo llevó a llamar “canallas y sinvergüenzas a integrantes de la sociedad civil, empresarios y prensa independiente”. La fiscal general, Thelma Aldana, y jefa del Ministerio Público, confirmó que se realizan más investigaciones sobre la Municipalidad de Guatemala y los resultados de estas podrían presentarse antes de que finalice su período. Justicia Ya manifestó que hay muchas referencias que dan cuenta de la falta de transparencia que caracteriza a la Municipalidad de Guatemala. El Comisionado Iván Velásquez dijo que apelarían “ante la Corte de Constitucionalidad si no se obtenía el retiro de la inmunidad del jefe edil, que no puede continuar impune”.

Mientras, Arzú se une políticamente a Jimmy Morales, precisamente cuando el comisionado Velásquez dio a conocer los resultados preliminares de una investigación sobre financiamiento electoral ilícito, recibido por el partido FCN-Nación, en que el principal señalado es el presidente Morales. Y continúa adquiriendo mayor connotación en el Ordenamiento Territorial, cuyos autores fracasaron en el cuidado del medio ambiente, desarrollo, orden, belleza, identidades únicas, equidad social y la viabilidad económica.

Por ello existe un subdesarrollo urbano que generó la violencia existente, que hizo que la población que vivía de sueños y esperanzas, al final fue impulsada a emprender el camino hacia USA. Privando a las regiones de sus mejores ciudadanos en una Ciudad como Guatemala, que ha sido clasificada como de riesgo extremo, por el narco y la criminalidad, que ha aumentado y costado US$200.000 millones. En que los guatemaltecos que viven en Estados Unidos suman más de tres millones y solo 11 mil 773 tienen una residencia permanente en ese país; es decir, un permiso para vivir legalmente.

La falta de ordenamiento se manifiesta también con las vías de tránsito, el papel destructor de la densificación y la contaminación visual ambiental, que está impactando el paisaje urbano, deteriorando el espacio y causando tragedias. Sumado a la falta de servicios como la basura que desemboca en el lago de Amatitlán, el río Motagua y en el Caribe. O el agua que viene de los ríos Xayá y Pixcayá, que llega hasta la planta Lo de Coy, desde los años 1971-78, insuficiente ya para cubrir la demanda actual del AMG.

Pero la situación se pondrá mas crítica, sin alcalde y un presidente de pacotilla, por tener que vérselas con Mr. Trump en una posición radicalizada que promete arremeter y echar a los más vulnerables, los latinos indocumentados, y seguirá con los semidocumentados como los protegidos por Daca y luego con miles de inmigrantes amparados por el TPS. Y un muro para evitar la inmigración, así vayan olvidando la emigración ilegal.

alfonsoyurritacuesta@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.