CRITERIO URBANO

Una política nacional de competitividad

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Estimado lector, quiero compartir con usted la grata noticia que empezaré a escribir una columna de opinión para Prensa Libre todos los lunes, cada dos semanas.  En esta oportunidad quiero dedicar este espacio a comentar sobre la Política Nacional de Competitividad 2018-2032 que fue presentada por el Ministerio de Economía y el Programa Nacional de Competitividad.  Este instrumento permite que se utilicen los análisis que se están generando de las ciudades intermedias, con una priorización hacia nueve territorios, once sectores productivos que generan más empleos y once brechas que se deben mejorar para poder incrementar los ingresos de la población.

Contar con una política de este tipo es un primer gran logro, que construye sobre esfuerzos anteriores. Se priorizan acciones, por ejemplo, en cómo mejorar el capital humano, a través de una mayor inversión en el desarrollo social en temas relacionados con reducir la desnutrición crónica, aumentar la cobertura y la calidad educativa, fortalecer la seguridad pública, continuar con la lucha contra la corrupción y fomentar mayor certeza jurídica (aspectos claves para atraer más inversión). Se priorizan también las necesidades que requieren los clústeres productivos en términos de infraestructura, atracción de inversión, reducción de procesos burocráticos, aprovechamiento del potencial energético, mayor inversión en investigación y desarrollo y promoción de un ecosistema para el emprendimiento.

La Política Nacional de Competitividad, por su enfoque territorial, representa un gran reto para los alcaldes de los municipios en las ciudades intermedias identificadas con mayor potencial de crecimiento, fuera del área Metropolitana. Territorios que incluyen nodos regionales en los Altos (Quetzaltenango y Totonicapán), Alta Verapaz, Guatemágica (Retalhuleu, Suchitepéquez), la Metrópoli de Oriente (Zacapa y Chiquimula), Puerto Barrios, Puerto San José, Antigua Guatemala y Petén. Adicionalmente representa una excelente oportunidad para que otros alcaldes de municipios que están cerca prioricen la inversión en servicios urbanos, para atender a la población que estará migrando y creciendo en esas áreas.

El esfuerzo por comunicar la Política es ahora uno de los retos más importantes. Se requiere de la colaboración conjunta de todos los sectores para apoyar que las acciones que allí quedaron plasmadas puedan ser difundidas en todo el país. En este sentido, la integración diversa del Consejo Directivo de Pronacom es muy importante, debido a que existe presencia de representantes de sindicatos, cooperativas y sector empresarial, así como de Grupos Gestores, organizaciones de pequeña y mediana empresa y del Gobierno.

Contar con una herramienta de medición para la política como el Índice Competitividad Global que publica anualmente el Foro Económico Mundial y que pueda ser llevado a nivel de los municipios con el Índice de Competitividad Local es muy importante, ya que esto ayudará a que se vayan enfocando las leyes que deben ser aprobadas por el Congreso de la República, para ir generando una articulación dinámica que ayude al país a seguir avanzando en los indicadores internacionales y a nivel municipal.

La Academia, sociedad civil, organizaciones campesinas e instituciones de la cooperación internacional encontrarán que la Política Nacional de Competitividad puede facilitar proyectos que ayuden a elevar los ingresos de los guatemaltecos, al mismo tiempo que fortalecen la capacidad del Estado para generar estrategias congruentes hacia un mayor desarrollo.

@jczapata_s

ESCRITO POR:

Juan Carlos Zapata

Director ejecutivo de Fundesa. Maestría en Gestión Pública y Liderazgo. Licenciatura en Administración de Empresas con especialización en Finanzas. Representante de diferentes mesas de trabajo del sector empresarial.