VENTANA

Ver el siguiente paso

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Cuando visito familiares   que viven  en Estados Unidos colaboro con las tareas domésticas.  Si lavo platos  me han pedido lavar  los envases  como los del yogur antes de ponerlos en el bote de basura de los plásticos,  para  evitar focos de contaminación. Si el personal que recoge la  basura descubre que hemos  entregado  desechos con restos de alimentos, nos aplicarán  una multa. La  conciencia de ver el siguiente paso, hacia dónde va  la basura  generada en los  hogares, existe en las sociedades desarrolladas. “Esas pequeñas acciones  crean grandes cambios. En  este tercer milenio sobreviviremos   si  aprendemos “el arte de cuidar”. Esta es  la economía inteligente.” recordó el Clarinero.

Esa práctica responsable con el planeta vino a mi mente el otro día, en la playa. Salí a caminar para saludar al sol. Sus rayos teñían de rosa el cielo límpido. Era un paisaje hermoso. Respiré con profunda alegría la brisa del mar. Pero mi alegría duró poco porque al llegar a la playa la encontré cubierta de toda clase de desechos plásticos, jeringas, tubos de pastas de dientes, zapatos, ¡uff! El mar los había expulsado. “¿Cuánta más seguirá flotando y matando las especies marinas?”, pensé, indignada. Solo los seres humanos creamos sustancias tóxicas que contaminan los suelos y el mar. Es inaudito que los chapines sigamos tirando la basura con descarada impunidad en nuestras fuentes de agua, en donde sea. ¿Qué planes tienen las municipalidades? ¿Y el Ministerio de Ambiente? Un plan de recolección de basura nacional sería el primer paso responsable. El año pasado le pregunté al Ing. Óscar Amed Juárez, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA), si las municipalidades en la cuenca del lago habían tomado medidas para manejar la basura y detener la grave contaminación en este cuerpo de agua. Juárez respondió que los alcaldes no tienen el presupuesto para hacerlo. En el 2016, AMSA presentó al Congreso la iniciativa de incluir en el pago de la luz una cuota mínima para que, en cada municipio, la comuna pueda pagar un sistema de recolección de basura, pero esa iniciativa sigue allí. El problema del manejo de los desechos debe ser una prioridad en los 340 municipios de Guatemala. Son pocos los municipios que cuentan con alguna empresa privada que recoja la basura. ¡Como no es obligatorio contar con ese servicio, la gente tira la basura donde le conviene!

Guatemala es uno de los 10 países más vulnerables al Cambio Climático en el mundo. Ya estamos padeciendo cambios severos del clima, más lluvias y calores más intensos. Los expertos consideran que las áreas protegidas son una de las formas para enfrentarlo. Si conservamos nuestros ecosistemas sanos disminuiremos los impactos, además contaremos con bienes naturales que ayuden a las comunidades, proveyéndolas de agua potable, de recursos pesqueros y agrobiodiversidad. Esa mañana, en la playa, llevaba conmigo el libro del filósofo Alan W. Watts. En las primeras páginas, como dedicatoria, tiene un poema que canta a la vida: “Para la amada compañía de las estrellas, la luna y el sol; para el océano, el aire y el silencio del espacio; para la selva, el glaciar y el desierto, para la suave tierra, el agua clara, y el fuego en mi corazón. Para cierta cascada en lo alto de un bosque; para la lluvia nocturna que cae sobre el techo y las hojas anchas, para la grama y el viento, para los bulliciosos gorriones en un arbusto, y los ojos que dan luz al día”. Todas estas maravillas naturales que aún existen las destruiremos si no tomamos en cuenta que toda la basura que generamos tiene un siguiente paso que puede ser de vida o… de muerte.

clarinerormr@hotmail.com

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