La Pirámide del Adivino
Otro secreto de Uxmal es el mito que la envuelve. La historia versa sobre el origen mágico de la “Pirámide del Adivino”, un templo regio, de 35 metros de altura, ubicado en el lado este de la plaza. La base de esta pirámide tiene la particularidad de ser ¡ovalada!
La gente del lugar cuenta el mito del “Adivino” sin tapujos. Dice así: “En las afueras de Uxmal vivía una abuela curandera que siempre había querido tener un hijo, y que, a pesar de invocar a los dioses nunca lo había conseguido. Un día encontró el huevo de una tortuga. Lo incubó y de él nació un niño que nunca creció. La abuela guardaba debajo del fogón, formado por tres piedras, una flauta de madera. La gente en la ciudad sabía que quien tocara ese instrumento sería el sucesor del rey. Un día el enano la encontró y la tocó. El rey la escuchó y supo que tenía un sucesor. Mandó a buscar al enano y le puso tres pruebas. La primera prueba era contar los frutos de una ceiba gigantesca. El enano solicitó ayuda a los murciélagos y a las guacamayas para lograr su cometido.
La segunda prueba era crear una escultura que el fuego no destruyera. El enano modeló en barro una figura humana que al ponerla al fuego endureció. La tercera prueba era construir un templo digno de un rey en una noche. Para lograr semejante hazaña, los animales de la selva y la abuela colaboraron. Fue así como el enano se convirtió en el rey de Uxmal. La gente le llamó”el Adivino”.
Mi reflexión. El visitante no se percata de que al escuchar este mito atraviesa un sutil umbral donde le entregan una semilla milenaria con una lección encriptada. Si su mente y su corazón están despiertos, descubrirá el mensaje.
A mi juicio, el maya antiguo percibió la relación, el hilo de vida, que une a todos los seres del ecosistema donde vivía. Por eso el enano solicita ayuda a los murciélagos y las guacamayas que integran la cadena de vida de la ceiba. En la segunda prueba, el mito demuestra que es necesario descubrir el proceso de evolución de la vida. Por ejemplo, en la vida siempre hay algo que cambia y algo que permanece como el barro que se endurece con el fuego.
La última prueba manifiesta la gran propiedad de todo ecosistema: la autocreación. Cada ser apoya al otro para que sea. Así se logra un crecimiento espontáneo y exponencial ¿Qué mejor ejemplo que la organicidad de la arquitectura maya que crece desde sus primeras raíces?
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