La “sociedad civil” de Alta Verapaz se reunió. ¿Cómo cupo en un local? Obvio, fue un grupito. Se había convocado a la nominación de aspirantes a gobernador. Presentaron sus expedientes, 26 incautos. Luego se escogió a seis, para después formar una terna. El debate del 30 de enero se inició con un escándalo. Un asistente, Óscar Pop, señaló que los expedientes carecían de seriedad; empero la “sociedad civil” designó a Francisco Ligorría Sierra, Aníbal Marroquín García e Irma Elizabeth Quiroa Cuéllar, secretaria de la Mujer en la gestión de Otto Pérez Molina y ahora militante de FCN como la terna. Posteriormente se organizó la comitiva a la capital.

De repente, el 1 de marzo, la candidata a diputada por URNG, Estela Adelina Ventura Fernández, fue nombrada por el presidente. Oriunda de la finca Actelá, de la Fedecovera, una organización que bajo la forma de federación de cooperativas administra el patrimonio expropiado a los alemanes en la Segunda Guerra Mundial controla a miles de votantes conformados por una masa empobrecida de campesinos. Ha ocupado una plaza de Trabajo Social en el Ministerio de Salud y también representante de la Asociación de Mujeres Manos a la Obra de Cobán, de patrocinio español.

El tragicómico proceso merece alguna consideración para entender la manera de hacer política local y los errores de la izquierda. 1) En Alta Verapaz ganó la UNE en la segunda vuelta. De los nueve diputados distritales electos, solo uno no tenía experiencia parlamentaria, los demás eran reelectos o lo habían sido en períodos anteriores. Todos, salvo dos, se cambiaron de partido al tomar posesión.

2) Eitel Homero Gatica López es el asesor de la bancada PP en el Congreso y además secretario departamental de URNG. Él sabrá cómo concilia ambas posiciones. Para sabotear cualquier convergencia sobre principios en las últimas elecciones, encabezó la planilla de diputados de URNG y puso a la nueva gobernadora en segundo lugar. El resultado fue un descalabro electoral.

Si se suman ambas situaciones, resulta que la socialdemocracia no tiene un contingente de votantes importante y que el resto de la izquierda no gravita en los resultados de los comicios. El viejo departamento gobernado por los finqueros, adoctrinado por los dominicos y de una extendida pobreza entre los campesinos, poco ha cambiado políticamente.

Molesta que se sigan enlodando las siglas que representaron la unidad de los revolucionarios en el pasado. La pobreza ideológica está generalizada. En los últimos meses, un antiguo secretario general ha lanzado dos libros insubstanciales. Uno es un relato histórico superficial de la historia del país. Apenas dedica de la página 84 a la 89, al proceso de formación de URNG, mientras de la 221 a la 300 refiere su gestión al frente del partido. El otro que debiera llamarse yo fui diputado anuncia que informará sobre los tentáculos que mueven al Congreso. Ni un solo nombre de persona u organización está indicado, se trata de un soporífero recuento de los casos donde actuó sin resultados. Salvo haber votado a favor de la creación de la policía de investigación criminal, en contra de los acuerdos de paz que prohíben la fractura de la Policía Nacional Civil en cuerpos que nadie controla. Hacen mal quienes alaban a una formación partidaria que no tiene nada que ver con un pasado de entrega y heroísmo.

Samaniego cuenta que un zorro quería un queso robado que lucía un cuervo en el pico. Para obtenerlo, con lisonjas, lo animó a cantar, lo que provocó que cayera en su poder. Moraleja: quien oye aduladores, nunca espere otro premio.