VENTANA
SS Chetsang Rinponche
Su Santidad, Chetsang Rinponche, es uno de los últimos maestros espirituales budistas que nació en el Tibet en 1946. Su extraordinaria vida expresa la sabiduría y la compasión de un ser iluminado, de un Bodhisattva, de un Buda en “potencia”. Según el budismo Mahayana, un Bodhisattva es un ser que se detiene en su camino hacia el nirvana y decide retornar al mundo para ayudar al resto de los seres vivos a alcanzarla.
Cumpliendo con esta misión, Su Santidad estuvo por primera vez en Guatemala la última semana de mayo. El Centro de Estudios Tibetanos, Casa Tibet-Guatemala, organizó su visita. Agradezco a Andrés Montano, presidente y maestro de este Centro, haberme permitido conversar con él largo y tendido. Yo soy católica y pienso que “todos los caminos conducen a Roma”. Para muestra un botón: el Papa Francisco y líderes de diversas religiones del mundo promueven el acercamiento entre las distintas culturas y religiones para elevar el nivel espiritual de la humanidad. Para alcanzar la paz en el planeta en este siglo XXI.
He elegido, de los pensamientos de Su Santidad, el siguiente mensaje, para que nos ayude a los guatemaltecos a salir adelante: “Si vivimos una situación difícil y podemos cambiarla, ¿por qué preocuparnos y enojarnos? Lo que tenemos que hacer es enfocarnos en cambiarla. Si no podemos hacer nada, ¿de qué sirve preocuparnos o enojarnos? Evitemos actitudes extremas. Conservemos un balance en la vida. Esforzarnos para cambiar a los demás es muy difícil. Es más fácil cambiarnos a nosotros mismos”. Su Santidad Drikung Kyabgön Chetsang Rinponche.
Su Santidad tenía 3 años de edad cuando fue reconocido como el 37 sostenedor del trono de la orden budista Drikung Kagyu, la séptima reencarnación de Chetsang Rinponche. Ingresó al monasterio para su preparación pero la invasión comunista china alteró el ritmo de su vida. Primero vivió arrestado en el monasterio. Luego se le obligó a abandonarlo y estudiar en un colegio laico chino. Más adelante se le exigió realizar trabajos forzados durante varios años en una comunidad china. Finalmente, en 1975, logró escapar de Tíbet. Atravesó la frontera de Nepal entre montañas y glaciares. Ya en Dharamsala, India, se le invistió de nuevo como el Drikung Kyabgön Chetsang Rinponche.
En los años 80 fundó, en Dehra Dun, India, el Instituto Drikung Kagyu. Esta fundación tiene el objetivo de preservar la filosofía, el arte, la literatura, la historia y la medicina tibetana. Su compromiso con la educación y con proyectos de desarrollo social y ecológico en diversas comunidades rurales del mundo le hacen ser un maestro espiritual de gran conocimiento; sin embargo, lo más importante es que ese conocimiento lo practica.
“¡Cuántas preguntas me habría gustado plantearle!”, exclamó el Clarinero. Sin embargo, quería conocer su opinión sobre tres temas básicos para los guatemaltecos. 1. La similitud entre la cultura maya y la cultura tibetana. 2. Los jóvenes y la importancia de vivir con balance. 3. La niñez como prioridad en el mundo de hoy. En próximos artículos comentaré sus sorprendentes respuestas.
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