CON NOMBRE PROPIO
Un reto para abogados
Durante 1984 y 1985 se discutía cómo podía diseñarse un nuevo sistema para que la Corte de Constitucionalidad funcionara en forma independiente. La Constitución de 1965, calificada por Jorge Mario García Laguardia y Edmundo Vásquez Martínez (dos de los más grandes juristas que este país ha parido) como “la del peor tipo posible”, concebía también una Corte de Constitucionalidad, pero por su diseño y actividad no se generó ninguna esperanza para crear un valladar y así evitar los desmanes de Arana, Laugerud y Lucas. No debíamos repetir el error.
Se adoptó el modelo europeo de control constitucional y pudimos crear una nueva estructura para cuidar la unidad y coherencia del sistema. La tarea no era fácil, la Corte era algo “nuevo” y la propuesta surgió del propio Colegio de Abogados y Notarios.
Como el poder del nuevo Tribunal Constitucional sería grande y además se adoptaba el “amparo judicial”, otra idea “nueva” desconocida por estos lares, se propuso establecer que los magistrados provinieran de distintos órganos y así garantizar un equilibrio en la designación.
Cinco magistrados titulares y cinco suplentes serían quienes integrarían la Corte. Los titulares serían los responsables de conocer la mayoría de casos, pero en asuntos especiales señalados por la ley, la Corte se conformaría con siete, escogiéndose a los otros por sorteo entre los suplentes.
A los tres poderes del Estado se les confió designar un magistrado titular con su suplente, mientras que para los restantes le fue endosada la responsabilidad a la Asamblea del Colegio de Abogados y al Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos.
Hoy, 2 de marzo, se llevan a cabo las elecciones para que los agremiados al Colegio de Abogados acudamos a votar y dejemos, por medio del sufragio, un esfuerzo para la construcción del Estado de Derecho, sobre todo tras lo ocurrido en 2015 y 2016.
Seis candidatos a magistrado titular, don Ricardo Alvarado Sandoval (actual magistrado suplente) y Héctor Hugo Pérez Aguilera (actual magistrado titular con el apoyo del ex rector Estuardo Gálvez) buscan su reelección. Su carta de presentación son las sentencias que han firmado y la actitud que han asumido en el cargo; Bonerge Mejía y Óscar Cruz, el primero exdecano de Derecho de la Usac por ocho años y el otro, expresidente del Colegio, buscan una magistratura y representan los grupos que han gobernado al Colegio desde 2007; Marco Antonio Villeda y Rafael Rodríguez Cerna se estrenan en las lides electorales gremiales, el primero, con una intachable y envidiable carrera judicial, funge como juez de Extinción de Dominio, con verdaderas pruebas de fuego sorteadas con el Derecho bajo el brazo, y el segundo, también con una intachable carrera profesional y docente, presenta novedosas ideas en torno a la forma como opera la Corte.
Las cartas están echadas, lo peor que puede pasar es un gremio apático. Esperemos a ver si los abogados recuperamos el norte de nuestra misión. Es una lástima que el Tribunal Electoral del Colegio se considerara solo como un cuentavotos y no generara un nuevo marco de transparencia y democracia, pero esto pasa porque los grupos de poder no entienden los nuevos vientos.
La justicia es muy importante como para dejarla solo en manos de abogados, así que cada quien llame a su abogado, hágale conciencia de que su participación marca un nuevo hito y coméntele que quiere un mejor futuro, así tal vez exista una participación sin precedentes y podamos enfrentar de mejor forma el futuro.
@Alex_balsells