Mucho se ha hablado sobre la Primavera Guatemalteca, y todo lo sucedido en 2015. Nadie imaginaba el giro que tendrían los acontecimientos que provocaron la caída del gobierno patriota y los cambios que ocurrieron en la forma de hacer política. El gobierno de Jimmy Morales ya está instalado, sobre sus hombros recae la enorme responsabilidad de responder a las expectativas de los guatemaltecos y lidiar con un sistema que se resiste a hacer cambios, como quedó evidenciado por las últimas decisiones en el gobierno de transición del señor Alejandro Maldonado. Un país con poderes paralelos que mantienen bajo la mesa el control político y económico de la nación, un Congreso en el que no se avizora interés en hacer política diferente, y que volvió a colocar como presidente a un diputado tradicionalista interesado en permanecer enquistado en el sistema corrupto que ha controlado muchas de las decisiones políticas de la nación.

La gran pregunta es: ¿Qué haremos nosotros, los guatemaltecos, para contribuir al desarrollo del país?, y al tratar de responderla, vemos que hemos pensando muy poco en ello, nos acomodamos a un sistema en el que nos hemos desenvuelto en alguna u otra forma, pero en el que muchas veces no estamos dispuestos a colaborar en forma decidida. Algunos, valientemente asistieron a la Plaza de la Constitución a demandar cambios para el país. ¿Pero qué haremos ahora? ¿Seguiremos solo en la protesta? La que es necesaria en este año, o haremos algo más por el bien del país.

Considero que es hora de que asumamos nuestro papel como ciudadanos de esta nación, por lo que sugiero que: a) Respetemos la legislación actual; debemos estar bien informados, para no transgredirla; b) Realicemos nuestro trabajo en una forma diligente, honesta y seria, y sin importar el salario que devengamos, debemos dar la “milla extra”; c) Practiquemos actos de solidaridad y respetemos a nuestro prójimo, apoyando a las personas necesitadas; d) Si conocemos actos de corrupción o de delincuencia en el entorno en el que nos desenvolvemos, denunciémoslos, no nos quedemos pasivos, hoy día hay muchos medios para hacerlo, sin comprometer nuestra seguridad; e) Capacitémonos y preparémonos constantemente; si no tenemos estudios formales en alguna profesión, decidamos iniciar una carrera formal este año, ya sea a nivel diversificado o a nivel universitario; y si ya somos profesionales, debemos actualizarnos y continuar preparándonos, como dijo Tomas Bulat: “Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema, el saber rompe las cadenas de la esclavitud”; f) Seamos responsables con nuestra familia, aportando los recursos para sostenerlos y educarlos; la existencia de familias integradas conforman una mejor sociedad; g) Sobre todo, dejemos la indiferencia y convirtámonos en agentes de cambio siendo siempre propositivos, dejando el individualismo para buscar el bien común; i) En el sitio donde nos encontremos respetemos la autoridad: en el trabajo, en la iglesia, en carretera, en lugares públicos, en el aula, etcétera. j) Respetemos y cuidemos nuestro entorno, el cambio climático lo exige.

Critiquemos, denunciemos, pero ante todo hagamos propuestas y trabajemos duro, haciendo bien lo que nos corresponder hacer, haciéndolo con pasión; disfrutemos lo que tenemos, pero compartamos, y apoyemos siempre la comunidad evitando el individualismo, para hacer de Guatemala una gran nación. No nos quejemos únicamente, pues es irresponsable hacerlo sin proponer ni actuar; es hora de que nos decidamos a hacer de este país una gran nación, aprovechemos su gran potencial, juntos podremos hacerlo, iniciemos ahora.