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Un cálculo de los costos (camisetas y todo lo demás) de perderse la Copa del Mundo

En esos momentos iniciales de agonía en marzo, después de que Nigeria quedó eliminada de la fase clasificatoria para la Copa del Mundo de este año, los pensamientos más inmediatos de Amaju Pinnick, el presidente de la federación de futbol de Nigeria, fueron sobre la decepción que experimentaron sus 200 millones de compatriotas en la nación más poblada de África.

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Nike recibió al menos tres millones de órdenes de la camiseta de 90 dólares incluso antes de que saliera a la venta. (Foto Federación de Nigeria).

Nike recibió al menos tres millones de órdenes de la camiseta de 90 dólares incluso antes de que saliera a la venta. (Foto Federación de Nigeria).

Para ver lo que significaba, solo necesitaba contemplar las escenas que se desarrollaban en el interior del Estadio Nacional Moshood Abiola en Abuya, Nigeria. Miles de hinchas furiosos habían invadido el campo tras el silbatazo final para desahogar su ira al tirar los anuncios, perseguir a los jugadores por la cancha y enfrentarse a los guardias de seguridad. Pinnick mencionó: “Mi primer pensamiento fue renunciar de inmediato”.

No obstante, su mente se distrajo con rapidez. En esos primeros días tras la eliminación de Nigeria en una serie de partidos de ida y vuelta contra Ghana, Pinnick mencionó que despertaba a la mitad de la noche pensando en otro grupo que sentía el dolor del fracaso del equipo.

“Oh, qué le hemos hecho a Nike”, expresó.

Para cualquier país acostumbrado a asistir a la Copa del Mundo, las consecuencias de perderse el torneo son significativas. La federación de futbol de Estados Unidos sufrió una catástrofe futbolística de ese tipo en 2017 e Italia ha experimentado eso en dos ciclos mundialistas consecutivos.

Para Nigeria, un líder en el futbol africano que hasta este año solo una vez desde 1994 no había calificado al Mundial, el costo emocional y financiero de la eliminación puede ser contado mejor a través del término de un solo acuerdo: el plan calibrado con cuidado, con valor de millones de dólares, y la publicidad con un valor incalculable, vinculados al lanzamiento de una nueva camiseta de juego de la selección nacional elaborada por Nike.

La camiseta de juego de Nigeria para la Copa del Mundo de 2018 fue un factor destacado de una manera inesperada, creó un frenesí y el tipo de emoción que se espera más de la aparición de uno de los jugadores estelares de este deporte que de la llegada de una pieza de ropa. Con colores brillantes y con un diseño que la distinguió de las ofertas más serias y conservadoras de la mayoría de los otros equipos en el torneo de Rusia, la camiseta de juego de Nigeria se convirtió en una compra obligada ese verano y se agotó casi de inmediato.

Nike recibió al menos tres millones de órdenes de la camiseta de 90 dólares incluso antes de que saliera a la venta. Se formaron líneas en las tiendas insignia de la compañía en Londres y otras ciudades el día del lanzamiento. Cuando finalmente estuvo disponible en línea, se agotó en tres minutos.

Cuatro años después, Nike y Nigeria (cuyos directivos de la federación han buscado sacar provecho por completo a su marca a través de su relación con la compañía deportiva) esperaban continuar ese éxito con un nuevo diseño este verano.

Nike ha sido muy leal con nosotros”, señaló Pinnick. “Me siento muy muy mal; siento ganas de llorar cuando mencionas a Nike. Lo dieron todo para crear la que habría sido de nuevo la mejor camiseta en este torneo”.

La Copa del Mundo es uno de los principales momentos de ventas para Nike, que viste a algunos de los equipos más destacados del torneo, incluyendo al campeón actual, Francia, pero también a Estados Unidos, Inglaterra y Brasil, que es la selección que ha ganado más Mundiales.

Diseñar y elaborar camisetas mundialistas no es un proceso corto; lo habitual es que tome alrededor de dos años antes de que los productos aparezcan en las tiendas. Pinnick señaló que su reacción era comprensible: el fracaso de Nigeria, al no clasificar, representará una pérdida colosal en lo que la federación podría haber esperado cosechar de su porción de las ventas. (Los fanáticos de la camiseta aún tendrán la oportunidad de tener una: será lanzada, en medio de mucho menos entusiasmo, en septiembre).

Pinnick calculó que hasta cinco millones de camisetas se podrían haber vendido tras la clasificación, aunque no queda claro cuántas camisetas planeaba producir Nike; la compañía rechazó varias solicitudes de hacer declaraciones para este artículo.

Pinnick indicó que, debido al contrato que tiene con Nike, Nigeria tenía derecho a regalías de alrededor del ocho por ciento de cada venta. También habría recibido 1 millón de dólares en bonos de parte de la compañía por calificar a la Copa del Mundo. Lo más probable es que esos pagos, así como otros adicionales de ocho dígitos de parte de FIFA solo por jugar en el torneo, hubieran significado duplicar los ingresos anuales de la federación nigeriana de 20 millones de dólares (una cifra que era menos de una décima parte de lo que generan las asociaciones futbolísticas más grandes de Sudamérica y Europa).

Shehu Dikko, el vicepresidente de la federación, dijo que una cantidad importante del dinero que se habría obtenido con la clasificación habría sido asignada antes del torneo a gastos como bonos para los jugadores, partidos de preparación y campamentos de entrenamiento. (En este momento el equipo está en América del Norte: perdió ante México el sábado en Texas y también sufrió una derrota ante Ecuador en la Arena Red Bull en Nueva Jersey la noche del jueves). Dikko declaró: “Es un golpe financiero enorme para nosotros y tenemos que recuperarnos”.

No obstante, hay otro elemento en el fracaso de Nigeria que es mucho más difícil de cuantificar. A través de las décadas, el equipo varonil de futbol de Nigeria, en particular cuando participa en torneos importantes, se ha convertido en un tema de unión sin igual para una población dividida por diferencias sociales, étnicas y religiosas.

El futbol en Nigeria es la vida; es más de lo que cualquiera puede explicar con palabras”, afirmó Dikko. “Tienes que sentirlo. Nigeria tiene más de 500 tribus, tantas tradiciones, pero el futbol es la única actividad que rompe a través de todos nuestros problemas. Cuando hay futbol, todos somos nigerianos. A nadie le importa quién eres, qué haces o qué idioma hablas. Así que para nosotros el futbol es más que solo un juego. Es lo que une a este país”.