Ante esta forma de funcionamiento laboral y operacional, debemos cuestionarnos la manera en la que nos aseguramos que hemos mantenido y de ser necesario, hemos implementado procedimientos de control interno que nos permitan asegurar nuestro cumplimiento tributario.

El control interno tributario no es un proceso que debe dejarse por fuera y más aún considerando que todos los cambios a los que hayamos tenido que exponer a nuestro negocio tendrán una implicación tributaria.

Para este período, es probable que compañías que anteriormente no acumulaban créditos fiscales, finalicen el período con una porción de impuestos que deberán ser compensados a futuro; compañías en posición de pérdida financiera o bien disminución de sus porcentajes de rentabilidad, entre otros.

Es por esta razón que compartimos filtros desde el punto de vista fiscal que debemos incluir dentro de nuestro control interno:

¿Tengo claridad de las medidas implementadas para darle continuidad a la operación?

Identificar todos los cambios que ha tenido la forma de operación, inversiones que han debido realizarse de forma anticipada, estructura de deuda, esquemas de trabajo y remuneración, políticas de inventarios, cuentas por cobrar y pagar, entre otros.

¿La documentación de soporte es adecuada para asegurar el cumplimiento tributario?

Incluye la necesidad de incurrir en gastos para garantizar la conectividad de los colaboradores y mantener un servicio adecuado a los clientes, o bien, el aseguramiento de las medidas sanitarias para prevenir el contagio y propagación del COVID-19 en las instalaciones; adquisiciones de equipo de cómputo y cualquier otra inversión en activos, recursos destinados a servicios de transporte de los colaboradores, constituyen los gastos comunes que han tenido que ser incurridos por las compañías durante esta época.

Es importante asegurarse de que cada uno de ellos ha sido contratado considerando las políticas internas de las compañías en cuanto a la aprobación de proveedores, la recepción de los documentos fiscales que para el efecto sean necesarios y que los mismos, se encuentran resguardados debidamente dentro de los archivos destinados por la compañía, así como que en todos los casos hemos cumplido con la obligación de retener los impuestos cuando corresponda.

¿He realizado una evaluación o actualización de los criterios aplicados en materia tributaria?

El control interno es un proceso dinámico, iterativo e integral, por lo que también resulta esencial realizar revisiones periódicas de las posiciones fiscales asumidas; es por esto que las compañías durante esta época, algunas de sus políticas han sufrido variaciones debieran considerar como parte de sus controles adoptados la verificación de los aspectos tributarios relacionados, entre otros a:

• Convenios de pago
• Diferimiento de pagos de impuestos
• Cuotas del seguro social
• Reconocimiento de cuentas incobrables
• Financiamiento adquirido por casa matriz o compañías relacionadas en el exterior.

¿Se analizan los estados financieros desde un punto de vista fiscal?

Además de conocer la posición de la compañía de una forma financiera, es necesario realizar ejercicios de proyecciones saldos, conociendo el movimiento del mercado, que en muchas ocasiones parece incierto y más frente a la pandemia; sin embargo, el anticiparse ante tales situaciones siempre será un aspecto necesario para la continuidad del cualquier negocio.

Es por esta razón que las compañías deben revisar desde ya el impacto que todos los cambios que hayan sufrido su negocio, tendrán en el 2020, la necesidad de modificar el régimen de determinación del Impuesto Sobre la Renta, formas de acreditamiento del Impuesto de Solidaridad para el 2021, los cuales podrían afectar la tasa impositiva de las compañías, traduciéndose en un desembolso adicional de efectivo.

Cada una de las compañías frente a esta crisis deberá estructurar a sus equipos de trabajo de forma, que cuenten con procesos que permitan que el flujo de la información, toma de decisiones y análisis de posiciones fiscales adoptadas, contribuyan con un eficiente y adecuado funcionamiento de esta, garantizando la continuidad de negocio.

* Ana Lucía Santacruz es socia de Impuestos y Fernando Orozco es gerente de Impuestos, ambos en Deloitte