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Ética y Cumplimiento: El reto de vencer a tres gigantes dentro de la organización

El camino para crear un programa de ética y cumplimiento no es sencillo. Las organizaciones deben grandes retos, que podrían sonar “fáciles” de abordar.

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Sin embargo, representan un desafío que metafóricamente ilustraremos como tres grandes gigantes a vencer:

“El primero representa los paradigmas de la alta dirección; el segundo, la cultura organizacional; y finalmente, el tercero es la falta de seguimiento y mantenimiento del programa.” Iniciemos nuestra cruzada contra los gigantes.

Nos gusta pensar que todas las organizaciones tienen una actitud clara hacia el cambio, pero este usualmente es cuesta arriba. En este camino es común encontrarnos con entusiastas, dispuestos a apoyar las iniciativas desde el día uno; también a los “dudosos” que no saben si el proyecto es auténtico y por último, no pueden faltar los resistentes que encuentran una amenaza o problema en cada paso que se da.

Con lo anterior, es muy importante la decisión y apoyo de la alta gerencia para dar el primer paso. A esto se le conoce como el tono desde la cima o el “tone at the top”. Cuando no se cuenta con este respaldo, no es posible asegurar la implementación del sistema y cualquier esfuerzo que los mandos medios intenten implementar, se verá obstaculizado sin duda alguna. Por esto, cuando la alta gerencia se compromete y lo respalda, cae la cabeza del primer gigante.

El siguiente, habla de la cultura y las costumbres. Como en todo ámbito humano, siempre hay cosas que se pueden hacer mejor. En este punto, las organizaciones deben realizar un autodiagnóstico que les permita conocer cuáles son sus puntos de mejora y reconocer que existen. Por favor, observe que hablamos de dos cosas diferentes: “conocer y reconocer”.

Me explico: Cuando se hace un diagnóstico sobre las buenas prácticas éticas y cumplimiento, sucede que los problemas se hacen evidentes, pero ocasionalmente la dirección no acepta que son una realidad. Entender que NO está mal tener un problema, es el primer paso. Lo importante es comprender la importancia de tomar acciones para enfrentarlo y corregirlo. En otras palabras, el problema no está en tenerlo, sino en NO corregirlo. Así, cortamos la segunda cabeza y sólo nos queda enfrentar al tercer gigante.

Este último es la falta de acción y seguimiento. Es importantísimo para las organizaciones desarrollar desde el principio un plan de mantenimiento, ofrecer mecanismos de reporte en los que se puedan manifestar las faltas que se observan a nivel conductual y establecer los comités respectivos que aseguren la continuidad, evaluación y mejora continua del programa.

Lo anterior requiere ese último esfuerzo que asegura el éxito de todas las acciones que se emprendieron desde la alta dirección, hasta la última persona de la organización.

Vencimos a los tres

En conclusión, cuando se adhieren a estos programas, las organizaciones desarrollan una serie de características deseables para distintos grupos de interés. Por ejemplo, desde el punto de vista del mercado laboral, atrae al mejor talento, empieza a retener a las personas correctas que comparten la visión y valores de la organización y empieza a salir de las piezas que no juegan con las reglas establecidas.

Por otro lado, se convierte en una empresa con la que se quiere hacer negocios. Si exporta, su programa de ética y cumplimiento se convierte en el “as bajo la manga” que lo diferencia de su competencia y le asegura un mayor éxito en el cierre de contratos internacionales. Por último, localmente se convierte en un proveedor altamente deseable.

Este gran esfuerzo merece ser reconocido. Por ello nacieron los Ethics & Compliance Latinamerican Awards, creados por Ethikos Global. Estos premios buscan reconocer la trayectoria ética de las organizaciones públicas y privadas que se esfuerzan para crear un mejor país a través de sus acciones, así como de las personas responsables de dar vida a los programas de ética y cumplimiento dentro de sus respectivas organizaciones.

Todavía hay tiempo para postular a quienes merecen ser reconocidos y esté atento, ya que el 10 de diciembre se conocerán los nombres de quienes merecen esta distinción.

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El autor es director de Ethikos Global – Valorum Ethics. yomecomprometo@ethikosglobal.com