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La mejora de los aprendizajes usando tecnología en la educación

Quedan muchos desafíos, pero las herramientas digitales son una oportunidad para renovar el sistema educativo.

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La mejora de los aprendizajes usando tecnología en la educación

El gobierno espera retomar las clases presenciales en Guatemala el 14 de enero de 2022 en el sector privado y el 15 de febrero en el público. Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL

Este análisis da una panorámica sobre la situación de la educación actual en nuestro país, a la cual la pandemia le vino a urgir de cambios profundos, que van desde la implementación de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y el uso de plataformas educativas, hasta mejorar la formación magisterial, entre otros.

Situación de la educación en Guatemala

La educación en Guatemala presenta grandes desafíos. En preprimaria, seis de cada 10 niños asisten a la escuela. En primaria se tiene prácticamente una cobertura universal, pero en el nivel de educación media la cobertura es baja y en la actualidad solo uno de cada dos adolescentes asiste al ciclo básico, y uno de cada cuatro, al  diversificado.

 

La calidad de los aprendizajes todavía es baja.  Las últimas evaluaciones internacionales realizadas en el ciclo básico en el 2018 y en primaria en el 2019 mostraban que en básico, al menos siete de cada 10 estudiantes, y en primaria ocho de cada 10, no alcanzaban el nivel mínimo de aprendizaje en lectura, matemática y ciencias.

 

 

 

Impacto del covid-19

A nivel mundial, se ha identificado que el cierre de las escuelas a causa de covid-19 impactó negativamente en lo que los alumnos aprenden. Un estudio realizado en el estado de Sao Paulo en Brasil encontró que durante el cierre de las escuelas, los estudiantes de secundaria solo aprendieron el equivalente al 28% de lo que aprendían en educación presencial. El regreso a las aulas en los municipios que lo autorizaron mejoró en un 20% los aprendizajes de los estudiantes en relación con aquellos que no lo hicieron.

Algunos estudios concluyeron que la situación de emergencia provocada por la pandemia encontró a muchos sistemas educativos no preparados para la educación a distancia. Esta modalidad de educación implementada ante la imposibilidad de continuar con la educación presencial agravó la exclusión y aumentó las desigualdades, debido a que no se aseguró la continuidad de la educación de calidad para todos.

En la mayoría de países, los recursos educativos impresos y que estaban digitalizados habían sido diseñados para la educación presencial, para uso de los docentes como apoyo en el aula, o  la educación semipresencial, como complemento para el trabajo en casa. En los primeros meses de la pandemia hubo un proceso de adaptación y se desarrollaron materiales para la educación a distancia, los cuales incluyeron contenido para radio, televisión, educación en línea y medios impresos. Incluso así,  los países que lograron desarrollar plataformas digitales con contenido educativo para el aprendizaje sincrónico o asincrónico no lograron llegar a todos los hogares debido a la falta de conectividad o a la ausencia de dispositivos tecnológicos.

Ante la situación de los bajos aprendizajes y la exclusión, los sistemas educativos se vieron urgidos a tomar medidas. Debido a que los costos sociales de mantener las escuelas cerradas son muy grandes, en el corto plazo muchos países priorizaron el regreso a clases presenciales desde mediados de septiembre del 2020. En la declaración de la reunión mundial sobre la educación 2020 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), celebrada el 22 de octubre del 2020, los países se comprometieron a reabrir las instituciones educativas y reducir la brecha digital en la educación.

 

Educación y brecha digital

La brecha digital en la educación es definida como la diferencia de acceso y de capacidades para usar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) de manera efectiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, reducir la brecha digital implica mejorar el acceso a través de la disponibilidad de la infraestructura tecnológica por medio de dispositivos electrónicos y plataformas interactivas de aprendizaje.

Diversos estudios han identificado cómo el uso de la tecnología puede ser beneficioso para el sistema educativo. En primer lugar, se ha reconocido que las tecnologías logran el aprendizaje de nuevas habilidades o de las habilidades tradicionales, pero de una forma más rápida y mejor. Proporcionan educación relevante para el estudiante, pues si  este domina herramientas digitales para aprender a aprender, mejora sus opciones. La tecnología amplía las posibilidades del  aprendizaje personalizado, y con su uso el alumno puede seguir su propia trayectoria de aprendizaje, dado que los ritmos de aprendizaje de cada persona son distintos.

Los beneficios no solo son para el aprendizaje de los alumnos, también permite eficiencias al facilitar la tarea del docente como la gestión e integración del contenido del currículo, las evaluaciones y el trabajo del estudiante. Las estrategias de introducción de la tecnología a la educación también han ayudado a fortalecer el desarrollo profesional de los docentes generando habilidades digitales y comunidades de desarrollo profesional colaborativo. A la vez, han permitido la posibilidad de recopilar una gran cantidad de datos para generar información y nutrir los sistemas de gestión de los aprendizajes.

Mucho se puede aprender de los países que llevan más de una década impulsando la adopción de la tecnología en la educación. Por ejemplo, se ha identificado que la introducción de la tecnología, por sí sola, no garantiza la mejora de los aprendizajes. Es necesario tomar en cuenta otros aspectos que suelen ser claves en este proceso.

Condiciones para la implementación de las TIC en la educación

Uno de los principales factores para la mejora de los aprendizajes es asegurar que los docentes dominen los contenidos que imparten. La última evaluación diagnóstica efectuada a 35 mil docentes candidatos a plazas en el  2019 mostraba que en el área de Comunicación y Lenguaje  obtuvieron el 49% de  respuestas correctas, 36% en el área de Matemática y 53% en  Estrategias de enseñanza. Esto representa un gran desafío y la necesidad de mejorar la formación inicial docente y la formación en servicio, así como fortalecer los procesos de reclutamiento y selección de maestros. En relación con el uso de las TIC en la educación, también es preciso proveer formación para el desarrollo de competencias digitales y pedagógicas para el uso de la tecnología en el aula.

Hay que tomar en cuenta que en la educación híbrida, en la cual se mezclan las clases presenciales con las virtuales, el papel del docente pasa a ser el de un facilitador o  tutor. En el entorno de educación actual, las escuelas tienen que evolucionar hacia un nuevo modelo educativo en el cual el docente ya no es el guardián de la información. Vivimos en un mundo en donde la información está disponible en todas partes y el papel del maestro es guiar el aprendizaje, mediando los contenidos a los que los estudiantes tienen acceso.

La transición del modelo tradicional de enseñanza hacia uno que utiliza la tecnología para mejorar y acelerar los aprendizajes requiere del compromiso de las altas autoridades y del liderazgo educativo escolar para canalizar recursos de formación y otros apoyos necesarios. La figura de los directores de los establecimientos educativos debe ser la de un líder facilitador que aproveche las tecnologías digitales para construir un entorno de aprendizaje positivo en el aula y la escuela.

La sola introducción de la tecnología a la educación no garantiza la mejora de los aprendizajes. Se requiere de una actualización curricular y de  métodos pedagógicos. El enfoque debe estar centrado en los aprendizajes y no solo en la cobertura de los contenidos. El nuevo modelo educativo requiere que no se repitan prácticas de enseñanza que no han resultado positivas. Es necesario evitar un modelo educativo que solo promueva la repetición o los aprendizajes mecánicos.

Este nuevo ecosistema de educación híbrida demanda que se generen contenidos digitales relevantes para la educación virtual. Es importante lograr el acceso a plataformas de contenidos que provean recursos para el aprendizaje interactivo, que funcionen como un repositorio de recursos educativos digitales, que sirvan como una herramienta de educación en línea, pero que también brinden la posibilidad de construir aulas para la educación virtual. Es esencial proporcionar equipamiento y conectividad a las escuelas mediante laboratorios/talleres de tecnología con conexión a internet, tecnología en el aula con provisión de contenidos vía internet o mediante un dispositivo local. Asimismo, proveer equipos electrónicos para docentes y estudiantes. Respecto de la conectividad, las subastas de nuevas bandas del espectro radioeléctrico para uso en comunicación inalámbrica deben estar condicionadas a la conectividad gratuita de las escuelas al internet y al acceso gratuito a las páginas .edu.

En la nueva época se requiere que los estudiantes logren el dominio técnico de las áreas curriculares tradicionales como lectura, matemática y ciencias, así como habilidades avanzadas como uso de las TIC, análisis de datos, habilidades de comunicación, negociación, liderazgo, resolución de problemas, creatividad, pensamiento crítico y procesamiento de información compleja, entre otros. Sin embargo, la brecha digital en la educación se presenta como un obstáculo para alcanzar los fines antes expuestos.

Por ello, es urgente generar un ecosistema en el que converjan todas las condiciones antes mencionadas que potencien la mejora de los aprendizajes de los estudiantes, y lograr que adquieran las habilidades requeridas para la vida y el trabajo en el siglo XXI.

La mejora de los aprendizajes usando tecnología en la educación
(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Integración del uso de la tecnología en la educación

A corto plazo, el regreso a clases presenciales en el ciclo escolar 2022 debe ser prioridad. Se  requiere el cumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos y de los  de regreso a clases emitidos por el Ministerio de Educación en enero del 2021, incluida la provisión de insumos básicos de desinfección y limpieza para mantener limpias las instalaciones, así como aquellos para uso de estudiantes y docentes, asegurar el acceso a sitios de lavado de manos y monitorear casos de covid-19 que se reporten en las escuelas. Cada establecimiento debe diseñar su propia estrategia con base en las pautas emitidas y tomando en cuenta su situación.

Regresar a clases es todo un desafío en la situación actual de emergencia, e implementar  modalidades de enseñanza que se adapten a estas nuevas circunstancias es un reto todavía mayor. El uso de la tecnología en la educación podría ser un aliado en este proceso de transición de la modalidad de entrega que exige nuevas estrategias, recursos y metodologías.

En el mediano plazo se demanda una estrategia integral de introducción de la tecnología en la educación que tome en cuenta todas las condiciones antes señaladas. Una hoja de ruta para la mejora del sistema educativo guatemalteco, enfocado en el sector oficial, se debe enmarcar en tres aspectos: 1) Formación en competencias pedagógicas para docentes con apoyo de la tecnología digital y orientada hacia el aprendizaje de los estudiantes; 2) Generación de contenidos digitales relevantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje; y 3) Equipamiento y conectividad para escuelas, docentes y estudiantes.

El nuevo modelo educativo requiere que todos los esfuerzos de reforma educativa estén centrados en lo que los estudiantes están aprendiendo y cómo lo están haciendo.  Los desafíos enfrentados en el entorno actual de la pandemia representan una ventana de oportunidad que puede sentar las bases para un cambio positivo en el sistema educativo guatemalteco.