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“Los gobiernos tendrá que mantener la vacuna contra el covid-19 bajo llave”

Los contagios de covid-19 no cesan y la ansiedad de los países porque la vacuna comience a distribuirse entre sus habitantes también va en aumento. Todos quieren poner fin a la pandemia, que ya superó los 70 millones de contagios en el mundo, pero hay incertidumbre entre la población sobre si serán efectivas y hay temor del peligro que representa el mercado negro, que puede poner en riesgo la salud de muchos.

Estados Unidos empieza a vacunar a su población contra el coronavirus. (Foto Prensa Libre: EFE)

Estados Unidos empieza a vacunar a su población contra el coronavirus. (Foto Prensa Libre: EFE)

Gregory Poland, especialista en enfermedades infecciosas y director del Grupo de Investigación de Vacunas de Clínica Mayo señala, en esta entrevista, que las vacunas que están en proceso de ser autorizadas pasaron rigurosas pruebas y que los gobiernos deberán mantener un control exhaustivo sobre su distribución y aplicación.

¿Las vacunas contra el covid previenen la transmisión o solo minimizan los síntomas?

Lo que podemos decir, basándonos en los ensayos clínicos, es que previene los casos sintomáticos. Es difícil saber si evita la enfermedad grave o los casos asintomáticos, porque estos no fueron estudiados.

Volvemos a ver altas cifras de contagios en el mundo. ¿La vacuna frenará en realidad esta crisis sanitaria?

Vamos a requerir que el 80% de la población esté inmunizada con una vacuna altamente eficaz para que la enfermedad esté bajo control. Eso significa que si eres uno de los primeros en recibirla, tendrás que continuar usando mascarilla porque habrá muchas personas que aún no estarán protegidas y que podrían ser infecciosas. Vacunarlos a todos va a tomar un tiempo.

En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que habrá una vacuna disponible para todos a fines del verano. En otros países puede tardar más. Será un proceso largo.

 

¿La vacuna se modificará cada año, como sucede con la de la influenza? ¿Llegará el momento en el que ya no necesitemos vacunarnos?

Aún no lo sabemos. Esto recién comenzó en enero, por lo que no sabemos a largo plazo qué pasará. Es posible que haya una mutación —del virus— y que tengamos que cambiar la vacuna en el futuro. Es incierto.

La frecuencia con la que necesitaremos vacunarnos tampoco está claro. Podría ser que tengamos que hacerlo cada año, o cada dos o tres. Quizá los ancianos o las personas con su sistema inmune comprometido tengan que hacerlo todos los años. Seguiremos observando e investigando para determinar si debemos inmunizarnos en futuras oportunidades.

Dado que la vacuna se ha desarrollado en poco tiempo, hay quienes sienten temor a que se les administre. ¿Qué les diría?

Uno, parece un período corto, pero se debe recordar que las vacunas basadas en ARN se desarrollan desde 1990, así que han pasado 30 años y ya están en uso. Dos, que la primera vacuna anticoronavirus se creó en 2003, hace 17 años. Tres, estas vacunas se han sometido a pruebas exhaustivas bajo un gran escrutinio científico y público. Por esas razones, así como por el número de personas que han sido evaluadas, podemos sentirnos muy cómodos en usarlas.

Las personas que rechazan las vacunas están poniendo en riesgo su salud.

En este contexto, en el que todos están a la espera de una vacuna, ¿es probable que salgan falsificaciones al mercado?

Desafortunadamente, en tiempos de crisis, siempre hay gente inmoral que trata de sacar ventaja, así que debemos ser muy cautos respecto de las vacunas en el mercado negro, pues no se tiene idea de lo que una persona podría estar recibiendo. Es muy peligroso.

¿Qué pueden hacer los gobiernos para evitarlo y que no se salga de control?

Lo que van a tener que hacer, dado -las posibles- alteraciones o vacunas falsas, es garantizar la fidelidad de sus líneas de suministro. En otras palabras, recibir la vacuna de uno de los fabricantes y mantenerlas bajo llave y en custodia, para asegurar que la vacuna no sea manipulada ni robada, y que las vacunas falsas no entren al país.

Gregory Porland es experto en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, en Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Cortesía Clínica Mayo)
Gregory Porland es experto en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, en Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Cortesía Clínica Mayo)

Entonces, ¿cómo sabe el paciente lo que está recibiendo?

Debe obtener su vacuna de una institución de atención médica confiable o un proveedor de atención médica que provenga del fabricante.

¿Cuál es el panorama para el 2021 en el tema de salud?

Hasta que las personas no tomen esto en serio y no sigan las recomendaciones de salud pública y, finalmente, obtengan una vacuna, este virus estará con nosotros.

¿Cree que en algún momento volveremos a vivir como antes, o el virus llegó para cambiarlo todo?

Creo que es un poco de ambos. La vacuna nos permitirá reunirnos una vez más sin miedo a transmitir el virus, pero, sin duda, la vida ha cambiado. Ahora existe mayor conciencia sobre la importancia de las enfermedades infecciosas, de la necesidad de estar preparados para las pandemias y de la importancia de las vacunas.

Esperaría que de ahora en adelante, durante la temporada de invierno, usemos la mascarilla con más frecuencia, que viajemos menos y que evitemos las aglomeraciones, como un intento de manejar y prevenir este tipo de pandemia.

¿La humanidad está preparada para enfrentar nuevas pandemias?

Cada persona, cada comunidad, cada nación necesita un plan bien pensado. A nivel individual, sería estar lo más saludable posible, tener todas nuestras vacunas, dejar de fumar, tener un peso normal y hacer ejercicio con regularidad para obtener un sistema inmune fuerte.

A nivel comunitario, un plan bien pensado debe responder a qué tipo de instalaciones médicas tenemos, qué tipo de equipo necesitamos, y cómo trabajamos con las autoridades estatales o nacionales a nivel nacional. Se debe tener una salud pública sólida y fortalecida.

¿De qué manera afectó la pandemia la investigación científica en el tratamiento de otras enfermedades, como el cáncer?

La pandemia ha ralentizado la investigación clínica en otras enfermedades. Además, ha disminuido el número de pacientes que acuden a la atención médica por temor a contraer covid en un hospital o una clínica. El 2021 será un año lento para el progreso en otras áreas, fuera de las enfermedades infecciosas, y veremos un aumento de otras que no se controlaron.

La buena noticia es que las vacunas ARN se aplicarán a otras enfermedades como las alergias y el cáncer. El descubrimiento de anticuerpos ahora se podrá utilizar en otros padecimientos que no son covid.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.