En este último documento, la CIDH incorporó a Guatemala en su capítulo IV, donde se incluyen a aquellos Estados que violan el Estado de Derecho a través de ataques al poder judicial y vulneraciones a derechos humanos garantizados en la Declaración Americana o Convención Americana, entre otras causas, según el artículo 59.6 de este organismo.
La CIDH tomó nota de diversas situaciones que le preocupan, como persecución contra fiscales, jueces y periodistas, retrocesos en la lucha contra la corrupción y ataques reiterados a la independencia del sistema de justicia.
Sin embargo, el gobierno, a través del presidente de la República Alejandro Giammattei, redujo todas las causas por las que se insertó a Guatemala en este apartado a una sola: la defensa de la política gubernamental antiaborto.
Giammattei protestó ante el Consejo Permanente de la OEA que existe una agenda a favor del aborto y le pidió a la CIDH que no se convierta en un activista en estos temas, sino que respete la soberanía y la libertad de cada Estado para decidir sobre ello.
Sin embargo, más allá de las causas “pro vida” y antiaborto que ha abanderado públicamente el gobierno, hay seis temas concretos que preocupan a la CIDH y que motivaron la inclusión de Guatemala en el capítulo I.V.