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La historia de Mo Farah y la política migratoria del Reino Unido

Farah, el primer atleta británico de atletismo en ganar cuatro medallas de oro olímpicas, dijo en una sorprendente revelación para su país que había sido traficado al Reino Unido cuando era niño, lo cual abre de nuevo las puertas al debate para el problema de migración.

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Mo Farah, de Gran Bretaña, celebra tras ganar el oro en el Estadio Olímpico durante los Juegos de Verano de 2016 en Río de Janeiro, el 20 de agosto de 2016. (Foto Prensa Libre: James Hill/The New York Times)

Mo Farah, de Gran Bretaña, celebra tras ganar el oro en el Estadio Olímpico durante los Juegos de Verano de 2016 en Río de Janeiro, el 20 de agosto de 2016. (Foto Prensa Libre: James Hill/The New York Times)

Las desgarradoras revelaciones de Mo Farah, la estrella del atletismo olímpico, sobre su llegada al Reino Unido como víctima de tráfico ilegal cuando era niño, han resonado con fuerza en su país de adopción, donde la inmigración todavía es un tema tenso, en especial ahora que los candidatos en la competencia para remplazar al primer ministro Boris Johnson han defendido la política gubernamental de enviar a algunos solicitantes de asilo en aviones con destino a Ruanda.

Algunos expertos comentaron que esperan que la cruda historia personal de Farah le dé un rostro humano a los complejos retos que enfrentan los inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo, y coloque el debate en un contexto distinto a la estrecha perspectiva adoptada por el gobierno, cuya única preocupación es reducir el número de personas que cruzan el Canal de la Mancha con rumbo al Reino Unido.

Si bien los expertos en migración aclararon que no esperan que el caso de Farah produzca cambios en las políticas de aplicación generalizada en una época en que el Partido Conservador gobierna en el Reino Unido, sí creen que podría generar conciencia entre el público sobre las funestas consecuencias del tráfico humano, en particular de niños.

Los agudos recuerdos de Farah (sobre la persona que lo transportó a los 9 años de edad de su nativa Somalia al Reino Unido con un nombre falso) dejaron pasmados a los británicos, que creían conocer a uno de sus más grandes deportistas.

“Es una historia muy importante”, señaló Rob McNeil, subdirector del Migration Observatory en la Universidad de Oxford. “Si no creas momentos para permitir que un caso excepcional ilumine lo cotidiano, corres el riesgo de que la gente no vea las cosas comunes y corrientes”.

McNeil explicó que duda que la avalancha de reacciones en respuesta a la historia de Farah afecte la política gubernamental que manda transferir a los solicitantes de asilo a Ruanda. Desde que se anunció el plan en abril, el gobierno ha procedido, a pesar de varios problemas legales y de las férreas críticas de algunos activistas de derechos humanos.

El Reino Unido canceló el mes pasado el primer vuelo programado a la capital de Ruanda, Kigali, e indicó el 12 de julio que no habrá más vuelos hasta septiembre, después de que se elija al nuevo líder del Partido Conservador y primer ministro. También entonces se hará una revisión judicial más amplia de la política.

Ayer, según consta la agencia EFE, el extitular de Economía británico Rishi Sunak y la exministra de Defensa Penny Mordaunt se consolidaron como candidatos favoritos a suceder a Boris Johnson al frente del Partido Conservador y, por tanto, del Gobierno.

Ambos obtuvieron 101 y 83 apoyos, respectivamente, en la segunda votación celebrada hoy entre diputados conservadores para elegir quién relevará a Johnson, aún en funciones, quien fue obligado a dimitir la pasada semana ante el éxodo masivo de casi 60 miembros de su Gobierno, hartos de su gestión y sus escándalos.

Sunak y Mordaunt consiguieron incrementar su respaldo entre sus compañeros de filas, después de que ayer, en la primera votación, obtuvieran 88 y 67 apoyos, respectivamente. En cambio, de los seis aspirantes que pujaban hoy por continuar en liza en el camino al liderazgo conservador, quedó eliminada de la carrera la abogada general del Estado, Suella Braverman, que se apeó con apenas 27 nominaciones.

Por su parte, la antigua secretaria de Estado de Igualdad Kemi Badenoch obtuvo 49, la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, 64 y Tom Tugendhat, 32.

De cualquier manera, varios de los candidatos principales han confirmado su apoyo al plan de reubicación, que es popular entre los ciudadanos que votan por el Partido Conservador. Uno de los candidatos centristas, Jeremy Hunt, indicó que estaría a favor de ampliar la lista de países listos para recibir solicitantes de asilo, para que Ruanda no sea el único.

“Si queremos convertirnos en un país compasivo que ofrezca un refugio seguro para las personas que verdaderamente necesiten asilo”, dijo Hunt en una entrevista con Sky News, “debemos encontrar rutas legales y seguras para que las personas puedan venir, y evitar la locura de que pongan su vida en manos de traficantes de personas por querer cruzar el canal”.

Líderes políticos de todas las afiliaciones se apresuraron a rendirle tributo a Farah, como testimonio del lugar privilegiado que ocupa en el deporte británico. Es posible que sea el corredor de larga distancia más exitoso de la historia y el primer deportista británico de atletismo en ganar cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos.

En 2017, la reina Isabel II le concedió a Farah el título de caballero por sus servicios al deporte. Cuando apareció durante un concierto en honor de la reina por el Jubileo de Platino el mes pasado, la audiencia lo recibió con una nutrida ronda de aplausos.

“Todo lo que ha superado Sir Mo demuestra que no solo es uno de nuestros más distinguidos atletas olímpicos, sino un excelente británico”, escribió en Twitter Sadiq Khan, el alcalde de Londres.