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La lectura, una puerta de comunicación para los temas difíciles de tratar

La lectura también puede ayudar frente a situaciones difíciles. Una herramienta para la resiliencia para construir espacios para fortalecer a las personas y resignificar el tejido social.

La lectura, una puerta de comunicación para los temas difíciles de tratar

Las ilustraciones resultan importantes en la lectura resiliente porque hace que los niños y las personas sigan la historia aunque no se hable el mismo idioma o no se pueda leer. (Foto Prensa Libre: Lina Kivaka/Pexels).

La resiliencia es la capacidad de adaptación frente a algo perturbador o una situación adversa.  La manera en que los humanos nos recuperamos para salir adelante y en ese proceso la lectura podría convertirse en una herramienta en cualquier edad. María Nitsch Velásquez, coordinadora académica del profesorado y licenciatura en educación inicial y preprimaria de la Universidad Rafael Landívar, explica que es una forma de enfrentar las situaciones que la vida nos da tanto positivas como negativas.

Nora Obregón, máster en estudios latinoamericanos, abogada, maestra Montessori y mediadora cultura recientemente impartió una charla sobre lectura resiliente en un Seminario organizado por Editorial Piedra Santa.  En sus palabras esta lectura es reflexiva y permite construir espacios simbólicos de resguardo y acompañamiento socioemocional.

Explica que “no es una lectura para aprender conocimientos, aumentar vocabulario o enseñar valores, se trata de reconocer el potencial de la lectura literaria compartida para generar procesos resilientes y cómo, con el poder de ensoñación, a través de los libros y los relatos de la tradición oral, se pueden construir espacios hospitalarios y simbólicos y crear vínculos para fortalecer a las personas y resignificar el tejido social”, explica.

Entre la gente

Nora comenta que los humanos aprendemos a leer desde el principio de nuestra vida, en símbolismos como el reconocer a nuestra madre, descubrir la cultura en juegos como rimas, adivinanzas y otras cuestiones de la cultura oral, pero también descubrió de manera intuitiva que todos estos recursos podían ir más allá.

“Desde que tenía 10 años, les leía a los niños y niñas hijos de jornaleros agrícolas y me daba cuenta de que se la pasaban muy bien, también en mis entrenamientos para docentes, pero me di cuenta de la resonancia de esas lecturas en su vida cuando concursé para un premio de fomento a la lectura, que no gané, pero sí me mostró el valor de esas personas grandes y chicas en sus vidas y cómo muchas de esas familias de contextos vulnerables pudieron crear vínculos y tener relaciones más cercanas a partir de la lectura compartida”, explica.

Su labor fue más allá.  Esta manera de conexión la experimento también en convivencias con personas migrantes en México, su país de origen.

Explica que se pueden abordar todos los temas, por complejos que sean, “pero lo importante es la manera en que acompañamos esas lecturas, por eso es importante el papel del mediador, aunque no somos terapeutas podemos brindar un acompañamiento sensible, empático y una escucha activa. Cuando hablamos de temas difíciles como la muerte, la guerra, el acoso o la migración forzada entre otros, el texto literario es una herramienta potente, porque metaforiza las situaciones y promueve la empatía y esos temas dejan de ser cifras que normalicen determinadas situaciones”, describe.

 

Nora Obregón participa en diferentes grupos que promueven la lectura resiliente. (Foto Prensa Libre: Laura Silva).

Desde hace 10 años Obregón comenzó el proyecto Todas las voces con los migrantes con la idea de dar voz a quienes están en el silencio: indígenas, víctimas de violencia, personas víctimas de la migración forzada. La intención es que se escuchen sus voces y que se unan otras voces. Por eso he convocado a otros mediadores, escritores y músicos, para juntos construir comunidades lectoras incluyentes.

“Así asisto acompañada por jóvenes “puentes culturales” para acompañar a poblaciones migrantes (en su mayoría hondureños, salvadoreños y guatemaltecos) para convivir con niños, niñas, adolescentes y adultos a partir de la lectura y la música”, comenta la experta mexicana.

Entre las anécdotas que le han impresionado en el trabajo con estos grupos está la de un hombre que entró con una lágrima tatuada junto a su ojo y una mirada muy dura, era una zona violenta.  “Como parte de la actividad les conté un cuento con unas metáforas muy lindas y cuando reparé en aquel hombre vi que sobre la lágrima tatuada y en el otro ojo, corrían lágrimas. Ese día aprendí que cualquier persona, por dura que haya sido su vida, puede conmoverse con una lectura sensible en la que pueda reflejarse, soñar y recobrar la esperanza”, expresa.

También se conmovió mucho una joven madre que le compartió cómo los momentos de lectura con sus hijos le habían permitido expresarles su cariño, cómo los cuentos fueron un puente para atreverse a abrazarlos, besarles y decirles “te quiero”, algo que antes no había hecho y no porque no los quisiera, sino que no sabía cómo hacerlo.

La psicóloga Nitsch, comenta que existen distintos tipos de duelo y cambios, “actualmente la pandemia nos ha hecho vivir esto cuando perdimos todo lo que era nuestra vida “normal”, la posibilidad de movernos, de abrazar, de tomar decisiones de a dónde ir y un cambio de estilo de vida y empezamos a aceptarlo”, estos momentos es donde vemos más la resiliencia.

Nitsch también comenta que se pueden tocar todo tipo de temas.  Hoy se encuentran títulos en forma de cuentos relacionados con la adopción, con el duelo, pérdida de seres queridos, desastres naturales, cambio de casa, entre otros que ayudan en el momento de pasar un duelo.  “Estos libros no son solo para los niños sino también para los adultos”, agrega.

“Es importante que la lectura no sea impuesta sino crear un momento para compartir y jugar con la creatividad para darles un final diferente a las historias, crear conversaciones y dinámicas”  María Nitsch Velásquez, psicóloga

Entre los retos que Obregón menciona para promover este tipo de lectura está buscar espacios en distintos foros como congresos, ferias de libro y no solo en el ámbito la cultura sino en el de la educación, para que los directivos, docentes y estudiantes sepan que la lectura aporta más que un aprendizaje y enriquecimiento del vocabulario y los textos literarios no solo son “útiles para” aprender ortografía, gramática o valores”.

Cuando se enfrentan problemas busque libros que apoyen con ilustraciones e historias inspiradoras. Una manera de acercarse en familia. (Foto Prensa Libre: cottonbro/Pexels)

“…Nuestro mayor reto consiste en compartir esta visión de la lectura incluso con estudiantes que se están formando en el campo de la educación y la psicología”, dice la experta.

Más espacios resilientes

Las expertas comenta que no se necesita ser experto para compartir la lectura con esta finalidad, pero es importante elegir un texto breve, que nos guste mucho, para compartirlo con entusiasmo y no sin antes practicar la lectura y la manera en la que vamos a mostrarlo, indica Obregón.

Obregón también comparte algunas ideas para darle vida a estos proyectos:

  • Cuando se trata de libros ilustrados o en formato libroálbum, se debe permitir a los participantes que  observen detenidamente las imágenes, las imágenes también están narrando la historia. Esto es posible hacerlo desde la casa, la escuela, las bibliotecas y en cualquier espacio comunitario. “Claro que en esta pandemia debemos respetar el cerco sanitario y protegernos con el uso de  mascarillas, guardando una distancia de dos metros y de preferencia es espacios abiertos y si esto no es posible, podemos hacerlo a través de dispositivos electrónicos (computadora, tableta o teléfono celular) y dependiendo de las posibilidades de nuestro equipo y el de nuestros destinatarios, podemos hacer sesiones interactivas por zoom o meet o enviar vídeos o audios por el celular”, recomienda Obregón.
  • Es ideal preparar un espacio acogedor y flexible donde el mediador abrigará a niños, jóvenes o adultos y propiciará momentos para disfrutar y compartir libros y lecturas. Con los más pequeños podemos partir de las expresiones culturales de nuestra comunidad (nanas, canciones infantiles, rimas, retahílas, adivinanzas y colmos.
  • En familia, compartir la lectura en voz alta, para acompañarnos, apapacharnos y escucharnos, para charlas de lo que leímos y sentimos de la lectura.
  • En la escuela, una lectura dialógica, reflexiva, puesta en común, para escucharnos, acompañarnos y reinventarnos, para leernos a nosotros y al mundo.
  • En las salas de lectura y bibliotecas, “hacer comunidad” a partir de la lectura, para tejer lazos sociales que  ayuden a resignificar el tejido social y como dice el filósofo Edgar Morín, “para navegar en pequeños archipiélagos de certidumbre en este panorama de incertidumbre y así reinventarnos”.
  • Para momentos difíciles de duelo, la especialista mexicana recomienda leer poemas cortos, dulces, no necesariamente del tema de la muerte. Pero si lo que se quiere es acompañar y explicar la muerte, recomienda Es así, de Paloma Valdivia, de le editorial del Fondo de Cultura Económica.

En línea

Este movimiento está creciendo.  En línea podría encontrar algunos materiales y/o grupos que promueven esta lectura.

Entre ellos está la página childslitspaces.com. La Red Literatura infantil en contextos críticos de desplazamiento (Children’s Literature in Critical Contexts of Displacement),  a través de historias, libros ilustrados y prácticas basadas en el arte, esta red apoya a las comunidades en contextos de cambio, para vincular y fortalecer las conexiones entre las comunidades y los profesionales, y para establecer nuevas conexiones con personas que comparten los mismos valores y desean participar en actividades similares. En el sitio encuentra materiales y también pueden compartir en la red sus actividades y materiales.

En el marco del 8º FSMM (Foro Social Mundial de las Migraciones), María Esther Pérez Feria y Nora Obregón lanzaron la iniciativa para la conformación de la Red Lecturas en Movimiento y Solidaridad (LEEMOS), con el propósito de tener un encuentro con personas en migración, desplazamiento forzado o en otras condiciones de vulnerabilidad. Estos espacios simbólicos estarán mediados por la presencia de libros y lecturas que darán pie a intercambios dialógicos e interculturales, puestas en común de saberes tradicionales y otras formas de expresión creativa de las identidades.

En este grupo de  Facebook llamado REDLEEMOS se convoca a personas, colectivos y organizaciones de la sociedad civil, así como a otros organismos e instituciones públicas que deseen sumarse o sumar sus acciones, recursos y plataformas a las acciones de esta red.

Para participar en ambas redes, solo necesitan enviarnos un correo a evelyn.arizpe@glasgow.ac.uk para Red Literatura infantil en contextos críticos de desplazamiento (Children’s Literature in Critical Contexts of Displacement) o noraobregon.formus@gmail.com.

A leer

Aquí algunas opciones de libros que podrían ser útiles en búsqueda de diferentes temas.

(Foto Prensa Libre: Editorial San Pablo).

Cuando pasa algo malo

Un libro de Ted O’neal. A veces suceden cosas. El mundo seguro y feliz de un niño puede verse destrozado por el impacto de una seria enfermedad o accidente, muerte o separación, violencia o desastre natural. No podemos proteger a los pequeños de todos los males. Pero con este libro podemos comenzar a calmar sus temores, aliviar su tristeza y ayudarlos a curarse.

(Foto Prensa Libre: Editorial Piedrasanta).

Libros de Humberto Ak’abal

Poesía y narrativa de Humberto Ak’abal, quien nos habla desde su riqueza espiritual, su mirada y escucha atentas de la naturaleza, con una gran sensibilidad hila palabras y nos guía a una meditación profunda para contemplar y venerar a la naturaleza.

(Foto Prensa Libre: Fondo de Cultura Económica).

Gorila

Esta historia de Anthony Browne es uno de los favoritos en formato libroálbum, un clásico que narra la conmovedora historia de la solitaria Ana, quien ama a los gorilas y necesita el afecto de su muy ocupado padre.

 

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.