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¿Por dónde comenzar con las prioridades en la “nueva normalidad”?

Estamos frente a una pandemia y los cambios estructurales de vida han puesto de cabeza las prioridades del antes y generado nuevas formas de vida. ¿Hacia dónde encaminarnos?

La vida continúa después de la pandemia y es necesario prepararse para ello.  (Foto Prensa Libre: Andrea Piacquadio en Pexels).

La vida continúa después de la pandemia y es necesario prepararse para ello. (Foto Prensa Libre: Andrea Piacquadio en Pexels).

Una de las grandes capacidades de los seres humanos es la adaptación.  Frente a todo tipo de situaciones, tienen la habilidad de ser más creativos, demostrar su inteligencia para resolver problemas y enfrentarse a los nuevos retos.  Esto no quiere decir que para todos sea sencillo y en especial al atravesar algo como una pandemia.

En la actualidad las prioridades se han modificado para todas las condiciones sociales, culturales, de familia y educación, todos los ámbitos de vida se han visto afectados, explica la magister Virna Zamora, académica docente de psicología en la Universidad Rafael Landívar. La alimentación, protección y techo siguen siendo vitales, pero otras han cambiado y algunas a muy largo plazo.

Se han detenido desde los viajes y llevar una vida social  hasta experiencias como quedarse sin trabajo.  Así que, esto nos lleva a hacer una autoevaluación urgente de lo necesario y aquello que es posible posponer.

Este contexto genera ansiedad a unos, depresión a otros y muchas veces una mezcla de ambos, así como otros trastornos y patologías que evidencian que a nivel global la salud mental está afectada y aunque al principio de la pandemia el apoyo psicológico no era tan importante, hoy sí que se está buscado más y más ese contacto de acompañamientos para enfrentar la crisis, expresa la psicóloga Daniela Ortíz.

Para tomar de nuevo ese sentido de vida que nace del interior frente a las pérdidas es necesario “buscar las prioridades y reinventarme”, dice Ortíz.  Pero en este paso es indispensable estar en el presente.

El paso de la consciencia

“Para armar nuestra vida de nuevo necesitamos saber dónde estoy por ahora parado para tomar decisiones”, aconseja Ortiz.  Esto implica reconocer qué puedo disfrutar hoy, qué decisiones sí puedo tomar y esto será indispensable para pensar en decisiones que impacten en el futuro.

Ortíz habla de un principio de reconocer que si nos centramos únicamente  en el pasado podríamos estancarnos y entristecernos más por lo vivido en estos meses y si solo nos volcamos al futuro incierto, la ansiedad podría aumentar.

Servirá para ello hacer un listado de aquellas necesidades más importantes.  Algunas serán esenciales y urgentes, así como estar claros de los recursos que tengo hoy y las estrategias que ayudarán a cumplir con las responsabilidades.

Otra manera de organización es el famoso FODA, un análisis que significa pensar en las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas a nivel personal.  Esto permitirá establecer planes, estrategias y objetivos más realistas.

En familia es posible compartir las estrategias de vida. (Foto Prensa Libre: Jopwell en Pexels),.

Atrévase a tomar una hoja y escribir sobre este esquema.  ¿Por qué no tomarse unos minutos para trabajarlo a nivel personal?  Zamora recomienda este ejercicio propio a cada miembro de la familia que oriente también a niños y adolescentes.

Es una oportunidad para explorar las capacidades intelectuales, sociales, emocionales y otras con las que ya se cuentan.  Al tener este listado es posible valorarlas e identificar las oportunidades e ideas creativas en las que se necesita flexibilidad y tomar las decisiones más asertivas.

Aquí es posible que al tener ya proyectos con ideas más establecidas se busque orientación y consejo a familiares, amigos o colegas que han tenido experiencias similares o se acerque a otro tipo de apoyos como libros.

Hoy las redes sociales cuentan con diversidad de expertos que con frecuencia organizan actividades para que usted se sumerja en el aprendizaje de diversidad de temáticas o tenga orientaciones financieras o emocionales, según aquello que considera necesita fortalecer.

Zamora expresa que la parte del autoconocimiento es esencial y nos hace reconocer en qué cuestiones se deben mejorar y perfeccionar.  Esta preparación es vital para enfrentar las amenazas con mayor decisión y optimismo.

Durante la pandemia existen cuestiones que no están bajo nuestro control y las nuevas disposiciones de vida o del “nuevo normal” se integran como una urgencia para garantizar la salud propia e influir también en quienes nos rodean.

Entre metas y proyectos

María del Pilar Grazioso, doctora en psicología, docente, investigadora y psicoterapeuta de Fundación Aiglé en el podcast semanal de la organización comenta que no podemos predecir el futuro, pero prepararnos para el mañana sí es posible.

Al respecto explica la necesidad de tener metas, planes y expectativas realistas y soñadoras que nos ilusionen desde una perspectiva sana, siempre con base en las fortalezas para construir el esqueleto que formará una armazón para resistir el cambio.

Para regresar al trabajo, escuela, instituciones y comercios es importante estar listos y así llevar una ventaja. “Es necesario detenerse un momento: respiro, me enfoco en quién soy hoy y con qué cuento, con qué dispongo y así me proyecto en metas a corto, mediano y largo plazo.

Aclara que este punto es fundamental para crear un mapa de ruta que permita saber cómo actuar y qué hacer en determinados momentos.  “Esto implica que se harán modificaciones para mi salud física, mental, emocional, espiritual, social, familiar, laboral y económica desde los múltiples roles”, agrega Grazioso.

Es un tiempo para establecer rumbos a partir de lo que se tiene hoy. (Foto Prensa Libre: Andrea Piacquadio en Pexels).

La doctora dice que en la fase de acción se considera qué se necesita.  Quienes ya cuentan con un plan también se acoplarán a ser flexibles y tener ciertos cambios y ajustes conforme vaya pasando el tiempo.

Uno de los grandes consejos que comenta es estar seguro que cada uno es el propio protagonista de su guion y es posible trabajarlo para encaminarse hacia las metas que aunque son individuales impactan en la sociedad.

Para ello se necesita de perseverar y tener hábitos que nos lleven a alcanzar esas nuevas metas que se están creando.  “Esos pequeños pasos y acciones van sumando para llegar al objetivo y saber desde dónde comenzar cuando se tienen caídas o retrocesos “, concluye Grazioso.

El cuidado propio y de los demás

Durante esta etapa también es posible que algunas personas se sientan muy comprometidas con el cuidado de su círculo familiar y empiecen a olvidar algunas cuestiones y prioridades básicas.

Existe un principio fundamental y es que quien esté a cargo de alguien más primero debe cuidarse a sí mismo, dice Zamora.

Ese autocuidado es fundamental porque si la persona de manera individual no se siente bien no puede generar protección a alguien más. explica Zamora. “Un ejemplo es una madre que está dando lactancia.  Ella debe alimentarse adecuadamente y esto es lo que transmitirá a su bebé, de lo contrario el otro podría estar afectado”.

Sin duda, ese ritual incluye desde el alimentarse saludablemente, tomar algún descanso durante el día para no sentirse presionado, ejercicios de relajación, dividirse tareas entre todos en casa, entre otras.  Los mismos programas de cuidadores incluyen la unión familiar para que una sola persona no lleve toda la carga emocional.

En el nuevo normal también se insiste no solo en el apoyo y cuidado del círculo familiar sino de la comunidad completa.  La máxima autoridad de la iglesia católica, el Papa Francisco hace una reflexión en su reciente libro La vida después de la pandemia sobre la importancia de emprender un cambio en el que la solidaridad entre todos sea un punto clave y se esté consciente cada vez más de la interconexión que existe en el mundo que nos lleve a cuidar la naturaleza.

Grazioso comenta que al no beneficiarme en forma personal se crean posibilidades a nivel colectivo y solidario. “No es importar formas externas de hacerlo sino inspirarse en ejemplos y confiar en que es posible la cooperación”, agrega.

Comenzar con cosas pequeñas e ir caminando

Esta pausa del mundo no es para siempre, pero si trae cambios radicales a la vida que se conocía antes de ella.  Los expertos comentan algunas de las recomendaciones para dar ese primer paso e irse acoplando a ella.

Para algunos que tienen herramientas de vida este proceso será bastante sencillo, no así para otros que requieren de más apoyo.

  1. Tenga una buena higiene de sueño.  Descanse lo suficiente para sentirse con más vitalidad.
  2. Comience por levantarse de 30 minutos a una hora antes para dedicar ese tiempo a usted.
  3. Realice una rutina de ejercicios. Al principio 10 minutos serán ideales y luego vaya aumentando el tiempo.
  4. Cuide su arreglo personal. Si por ahora no se encuentra trabajando o lo hace desde casa esto le ayudará a sentirse mejor y transmitirá un sentimiento de bienestar.
  5. Mantenga comunicación digital con familia y amigos.
  6. Busque estrategias para relajarse y hacer algo agradable que le genere gozo, tranquilidad y placer.
  7. Evite cortar comunicación con todos. Al aislarse existen más probabilidades de que las emociones decaigan.
  8. Si alguien en su familia se siente triste o deprimido invítelo a integrarse a actividades y anímele a que juntos creen rutinas de vida.

 

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.