Revista D

La historia del pueblo garífuna

Tras su salida de la isla caribeña San Vicente y su llegada a Roatán, este pueblo se establece en tierra firme en Lívingston, Guatemala.

Historia del pueblo garífuna

Lívingston, Izabal, sigue siendo el asentamiento tradicional del pueblo garífuna en Guatemala, aunque muchos de sus habitantes han emigrado dentro y fuera del país. Foto Erick Ávila

Después de muchas batallas de pobladores caribes y franceses de la isla San Vicente para rechazar la invasión inglesa, en 1797 estos últimos logran imponerse. No obstante, los garífunas se oponen a cualquier tipo de esclavitud, por lo cual prefirieron dejar este territorio que padecer el sometimiento.

Se embarcan con rumbo a una de las llamadas “islas de la Bahía”, Roatán, a donde arriban el 12 de abril de 1797. En aquel lugar se encontraron con que la tierra no era fértil, por lo cual no podían reproducir el modelo de vida que tenían en su natal San Vicente.

El 19 de mayo de 1797 los españoles aceptaron la petición garífuna de un traslado a tierra firme. Poco a poco fueron fundando pequeñas comunidades dedicadas a la agricultura y la pesca sobre el litoral de Honduras, Nicaragua y Guatemala, cuyo asentamiento hasta la fecha es Lívingston, pero tradicionalmente conocido como La Buga.

Algunas versiones señalan 1804, pero el Diccionario Geográfico Nacional consigna 1802 como el año en que llegó Marcos Sánchez Díaz, oriundo de Haití y fundador del poblado. Sin embargo, una Recopilación de Leyes de 1869 cita como fundador a Marcos Monteros, el 26 noviembre de 1831, fecha en que se le dio su actual nombre en homenaje a Edward Lívingston, legislador estadounidense cuyos códigos legales se intentó promulgar en Guatemala, sin éxito.

En aquel tiempo este pueblo pertenecía al corregimiento de Chiquimula. En 1878, debido a la importancia del río Dulce como vía de navegación comercial, Lívingston fuera declarada cabecera de Izabal, pero tuvo esta calidad solo por poco más de una década.

Fuerte identidad

El pueblo garífuna es una más de las etnias que conviven en Guatemala, con un conjunto de indicadores culturales muy bien definidos, dentro de los cuales destaca su idioma, indumentaria, música, baile y gastronomía. Desde sus primeros años en la costa caribe se dedicaron al cultivo de la yuca para la elaboración de pan. Fabricaban además canoas grandes, de hasta 60 pies de largo, para la pesca marítima y fluvial.

Cada 26 de noviembre el pueblo garífuna celebra su día con el ritual de Yurumein (la patria anhelada, San Vicente), donde se recrea el arribo de sus ancestros a tierras centroamericanas.

Actualmente, su población se calcula en unos 200 mil habitantes, pero muchos han emigrado desde Lívingston a la capital o a Estados Unidos, donde a pesar de todo luchan por mantener sus costumbres y expresiones.

 Fuentes: Diccionario Geográfico. Situación de la cultura garífuna, Alfonso Arrivillaga (2016)

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