Guatemala

La ermita del Santo Calvario: aquí está la mano del Santo Hermano Pedro

No es exageración: las manos del Santo Hermano Pedro de San José de Betancur están en este lugar, pues él iba dispuesto a tomar el hábito como terciario franciscano y se encontró con una pequeña iglesia en construcción, obra que los frailes habían comenzado dos años atrás: se puso a trabajar como albañil. El templo, que tenía estilo renacentista, fue estrenado un año después.

Fotos Prensa Libre<br _mce_bogus="1"/>

Fotos Prensa Libre

Por aquella época, otro personaje, el cordial y piadoso capitán-pintor Antonio de Montúfar, pintaba la serie de lienzos sobre la Pasión de Nuestro Señor para El Calvario. Temía que llegara el momento de terminarla, pues presentía que al hacerlo quedaría ciego. Efectivamente, esto sucedió al dar la última pincelada y vivió ciego los últimos días de su vida. Sus pinturas renacentistas engalanaron El Calvario durante 60 años, a partir de 1657.

En los terremotos de 1717, dicho templo fue destruido y con él se perdió la serie de lienzos de Antonio de Montúfar sobre la Pasión de Cristo. En 1720 se terminó la reconstrucción. Esta vez ya con un estilo claramente barroco, de gran auge en Santiago de los Caballeros. La fachada tiene tres puertas de medio punto, decoradas con pilastras y con las características formas de concha marina. Para sustituir las pinturas perdidas, en 1737 se encargó al famoso pintor guatemalteco Tomás de Merlo la ejecución de una nueva serie de 11 grandes lienzos de la Pasión.

A pesar del abandono tras los terremotos de Santa Marta, en 1773, la Ermita siguió en pie. De hecho era un importante relicario en donde se conservaba el tesoro de Merlo, pero el miércoles 5 de febrero de este año, se produjo un terrible saqueo: las pinturas de la Pasión de Cristo de Tomás de Merlo, que se conservaban aquí, fueron robadas y siguen sin aparecer.

Quien visita la Antigua Guatemala, puede ponerse en camino por la Calle de los Pasos (llamada así porque hay estaciones del Viacrucis a lo largo de la misma) hasta llegar a la alameda del Calvario, en donde el característico amarillo de la ermita causa una agradable impresión de retorno en el tiempo, aunque la ilusión se desvanece al pensar que su tesoro está perdido.

VEA EN ESTA GALERIA EL TEMPLO Y LOS SEIS CUADROS DE MERLO QUE FUERON ROBADOS EN FEBRERO

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