Revista D

Una verdadera perla de oriente

<div> El chiquimulteco Humberto Porta Mencos abrió su pensamiento a la ilusión, a la metáfora y a las distintas formas de expresión mediante el verso.</div>

El escritor Humberto Porta Mencos falleció en 1968. Ilustración Prensa Libre: Billy Melgar.

El escritor Humberto Porta Mencos falleció en 1968. Ilustración Prensa Libre: Billy Melgar.

Erudito de las letras guatemaltecas, aunque desconocido para las nuevas generaciones. “… y pasó por el mundo sin ser visto el poeta, / como vive en el prado la modesta violeta / que se oculta en las hojas para estar resguardada; / siendo su corta vida cual la de una alborada“, escribió Humberto Porta Mencos, casi describiéndose.

Este insigne literato nació el 14 de julio de 1901 en Chiquimula, una tierra fecunda en escritores.

Entre sus obras más relevantes están Poesías escogidas (1931) y 100 poemas (1961), que se publicaron bajo el sello de la Tipografía Nacional.

Humberto Porta Mencos nació en Chiquimula el 14 de julio de 1901 y falleció en esa misma localidad el 16 de marzo de 1968.

Sus padres fueron Alfredo Porta y Raquel Mencos.

Estudió en el Instituto Nacional para Varones de Oriente.

Fue periodista y escritor.


Por supuesto, también se debe mencionar su libro Parnaso Guatemalteco (1928), el cual, como su título lo indica, es una colección de poesías de varios autores que incluye a escritores de la talla de Rafael Landívar, fray Matías de Córdoba, Rafael García Goyena, Antonio José de Irisarri, María Josefa García Granados, José Batres Montúfar, Ismael Cerna, Vicenta Laparra de la Cerda, Máximo Soto Hall, María Cruz, Rafael Arévalo Martínez, Carlos H. Vela, Carlos Wyld Ospina, Flavio Herrera y Manuel José Arce, entre otros.

“Para escoger las composiciones aquí contenidas —escribe a manera introductoria— no me he atenido a mi personal gusto solamente, sino que he atendido a los dictados de la crítica, ya definitiva en muchos casos, y en el resto al gusto tradicional del pueblo, que, al fin y al cabo, es el único pontífice consagrador”.

Con La eterna tragedia (1945) llegó a lo más alto de las letras, y no solo del país, sino de Latinoamérica. Este es un “poema de largo aliento compuesto por 400 décimas, en versos octosílabos, en los que se abordan temas como la Filosofía, la Geografía, la Teosofía, la Sociología y la Historia”, se lee en la contraportada.

En un fragmento escribe: “Tarde de sombras y brunas / y de eléctricos fulgores; / en que se mueren las flores / con el beso de las brumas. / Hay aleteos de plumas / en el bosque rumoroso; / y del río caudaloso / que recorre la extensión, / se adivina la canción / que va cantando gozoso”.

Otros textos

Porta Mencos plasmó distintas aristas dentro de su poesía. El titulado ¡Madre!, por ejemplo, tiene versos desgarradores en los que recuerda a su progenitora fallecida. “Madre, madre querida, sin tu amor todo es triste / ¡Para mí ya no existe ni siquiera el amor! / Desde aquel día aciago que del mundo partiste… / ¡Madre, madre querida, sin tu amor todo es triste; / pero debo encontrarte en un mundo mejor!”.

En el poema Jamás te desesperes, en cambio, procura encender una luz en la oscuridad: “Jamás te desesperes, porque en esta existencia debes ser resignado, debes tener paciencia: ¡Y si eres para todos los sufrimientos fuerte, te habrás ganado el cielo a la hora de la muerte!”.

Asimismo, se refirió a los gobernantes del país. En su poema ¡Qué lindo ser Presidente! escribió sobre ellos, así como a la adulación de la que se rodean: “(…) Pero, en fin, a lo hecho pecho; / y yo entré con pie derecho / a ser Jefe de Estado. / Y… ¡Oh!, qué grandes ovaciones / de taimados, de sacones / y tanto tipo arrastrado… (…) Pero un día… de repente… / ¡Plum!… ¡Me dieron cuartelazo! / Y yo comentando el caso / me quedé estúpidamente… / ¡Qué lindo ser Presidente!”.

En el desamparo

El Gobierno de Guatemala le otorgó una pensión para su subsistencia, pero fue hasta el 14 de febrero de 1968. Ya era tarde, pues el escritor murió en Chiquimula el 16 de marzo de ese año.

Lamentablemente, se despidió de este mundo en la miseria y en la soledad. “Nuestra Chiquimula está enlutada por la muerte del poeta Humberto Porta Mencos (…) hasta sus familiares lo olvidaron en los últimos momentos de su vida”, se lee en una crónica de la época. “Murió en la madrugada del sábado 16; al mediodía y con poco público, fue conducido por manos piadosas de algunos elementos de la Sociedad de Obreros El Porvenir, a darle sepultura al que no una, sino muchas veces, honró a Chiquimula con sus obras literarias”.

Hoy, en aquel departamento, se recuerda a este perínclito poeta con un busto que se encuentra en el parque 20 de Octubre.

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