La dieta mediterránea tiene alto contenido en verduras, cereales ricos en fibra, legumbres, pescado y fuentes vegetales de grasas no saturadas —aceite de oliva y frutos secos—, además de ser baja en carne roja y lácteos de alto contenido graso.
Los hallazgos respaldan los actuales consejos dietéticos para la gente con diabetes y para quienes tienen riesgo de desarrollarla, dijo Constance Brown-Riggs, portavoz de la Asociación Dietética Estadounidense, quien añadió que la dieta mediterránea es una opción sana para cualquiera.