Las medicinas, los cosméticos, los objetos cortantes —tijeras de uñas o cuchillas de afeitar— y, por otro lado, los aparatos eléctricos que tanto le llaman la atención. Por muchas precauciones que se tomen, nunca hay que bajar la guardia.
A continuación, el sitio serpadres.es, propone algunas recomendaciones para crear un entorno seguro y así evitar accidentes lamentables:
Lo pirmero es mantener cerrada la puerta para evitar que entre al cuarto de baño. Para mayor seguridad se puede colocar un cerrojo por fuera, a una altura a la que no puedan llegar los pequeños, e inutilizar el pestillo interior para que no se queden encerrados.
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Los medicamentos deben guardarse bajo llave. Lo mismo sirve para los productos de higiene, limpieza y cuchillas de afeitado. Igualmente conviene retirar de su alcance los productos o útiles de limpieza, aseo, cosmética —desinfectantes, ambientadores, champús, lacas y maquillajes—.
Los aparatos eléctricos —secador de pelo o maquinilla de afeitar— deben quedar a buen recaudo y, desde luego, nada de dejarlos enchufados.
La tapa de inodoro es mejor que esté bajada. Las tiendas especializadas venden seguros a prueba de niños para contener a los pequeños con afán de investigación acuática. No conviene dejar taburetes que faciliten el acceso a armarios o repisas. Siempre que se use la bañera hay que vaciarla inmediatamente, tanto la del bebé como la grande.
Si ya se bañó al bebé en la bañera se debe tener cuidado de no dejarle jamás solo dentro de la bañera, cubrir el grifo para que no se haga daño y colocar una alfombra antideslizante en el fondo para que no resbale. Después conviene colocar una alfombra o toalla de rizo en el suelo a la hora de sacar al niño de la bañera.