Vida

Antes de las 12 no deje de hacer…

Hoy, a medianoche, se emprenderá el vuelo hacia un nuevo año del que se espera bienestar físico, mental y espiritual. Vale la pena no dejar pasar el 2013 sin hacer acciones que se pospusieron este año para que nos dé el empuje para sentirnos bien y hacer sentir bien a otras personas.

Reflexiones y acciones nunca son tardías.

Reflexiones y acciones nunca son tardías.

“Es bueno hacer un examen profundo de nuestras acciones y si encontramos algo de qué arrepentirnos o recordamos alguna ofensa a nuestro prójimo, tratar de ponernos en paz con nosotros y con esa persona”, expresa la terapeuta holística Brenda de Arocha.

“Hay que preguntarse si hemos abierto la puerta a la posibilidad de hacer cambios internos y externos en la forma de analizar las diferentes situaciones y responder frente a ellas”, dice la psicóloga espiritual Vivian Solís. Hay que incluir entre los propósitos del año venidero la tarea de crecer en el amor hacia sí mismo, hacia el prójimo y hacia la vida, agrega Solís.

Limpieza general

Es imprescindible organizarse para poder recibir el año que comienza sin apegos y sin exceso de equipaje, para así sentirse más libre. Conviene limpiar la casa, el auto, el lugar de trabajo y el clóset, así como los archivos digitales. Guardar lo que realmente se necesite  y deshacerse de lo que ya no sirva.

Depurar relaciones

Con algunos se querrá tener relación cercana  y con otros, quizás no. Si en la vida hay relaciones destructivas, hay que  comprometerse a trabajar en su sanación   o tomar la decisión de no estar más  con  quienes  se sienta que hacen daño o atrasan la evolución interna. Esto es mejor que convivir con alguien que deshonra la dignidad o la de otros.

Pensar en  colectivo

Se pasa mucho tiempo pensando en la realidad individual, pero poco  o nada en la colectiva. Valdría la pena hacer un cambio provechoso e integrar en las prioridades y metas personales la convivencia colectiva. Mientras más separados nos sintamos unos de otros, menos aportamos para que el mundo se transforme a bien.

Ritual de paz

Hacer un pequeño ritual para cerrar el ciclo  que termina con amor  y recibir al nuevo  con alegría: ducharse, relajarse, ponerse ropa  cómoda y en la quietud  del ambiente encender una vela al finalizar. Dar gracias por las bendiciones recibidas y por  lo que se aprendió, así como por  las alegrías, las penas y las ilusiones.

Orar y purificar

Ir a la iglesia para  compartir con otros fieles la paz y la alegría. Se sugiere pedir por la paz mundial, especialmente por la de Guatemala. Si así se prefiere, hacer oración en casa para que el entorno se purifique espiritualmente.    Con incienso, mirra y azúcar, preparar un espacio físico para pedirle al Creador que purifique el hogar y el ser interior.

Pedir perdón

Para poder aligerar el peso es probable que se necesite de humildad para pedir perdón a quienes se haya lastimado o herido voluntaria o involuntariamente, o abrir el corazón  a quienes nos hayan ofendido.  Se puede hacer una carta donde se exprese el perdón y si no se desea entregarla, quemarla antes de que termine el año.

Establecer prioridades

Definir tres prioridades que serán las guías a lo largo del próximo ciclo y accionar en coherencia con ellas. Desechar   objetos, relaciones, situaciones, proyectos, compromisos, pactos, promesas o rutinas que distraigan el cumplimiento de las decisiones. Para avanzar  es importante estar dispuesto a poner límites a lo que  dispersa, amarra y estanca.

Amor al prójimo

Este es un momento idóneo para ser solidario con algún indigente y compartirle lo que se tenga: una cena o una cobija. Esto será muy valioso para ellos. También se puede proveer ayuda espiritual o material a algún vecino que lo necesite o  demostrar afecto a otros seres vivos, como darle de comer a algún perro o gato del vecindario.

Atraer los sueños

Respirar por unos minutos para entrar en introspección y  visualizar los sueños para el año venidero. Imaginarse que se experimentan sus bondades  y dejar que los cinco sentidos participen: ver, oír, oler, saborear y tocar  esas aspiraciones para que se concreten.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.