Escenario

Jayro Bustamante regresa a la Berlinale y presenta la película “Temblores”

El cineasta guatemalteco Jayro Bustamante llevó este viernes a la Berlinale su segunda cinta en este festival, "Temblores", una historia que, a partir de la homosexualidad de su protagonista y con un fuerte componente religioso, habla de temas represores de la libertad en su país.

El cineasta guatemalteco Jayro Bustamante posa durante la presentación de la película "Temblores", en la 69 edición del festival Internacional de Cine de Berlín, en Berlín, Alemania. (Foto Prensa Libre: EFE)

El cineasta guatemalteco Jayro Bustamante posa durante la presentación de la película "Temblores", en la 69 edición del festival Internacional de Cine de Berlín, en Berlín, Alemania. (Foto Prensa Libre: EFE)

Bustamante señaló, en una rueda de prensa, en la que abordar el tema de la homosexualidad le interesa, “porque transparenta otras cuestiones” de Guatemala y que con esa opción sexual como punto de partida, su película habla realmente de “machismo, sexismo, opresión y misoginia”.

Temblores narra la historia de Pablo, interpretado por Juan Pablo Olyslager, que se enamora de Francisco y decide abandonar a su familia profundamente creyente.

La familia, no obstante, antepone por encima de todo la religión y la institución familiar, y está convencida de que la homosexualidad de Pablo es curable.

La película es “completamente actual”, aseguró el cineasta, quien reconoció haberse sorprendido por lo que propone la sociedad para curar la homosexualidad.

Tras rodar Ixcanul, su filme debut que en la Berlinale de 2016 fue premiado con el Alfred Bauer a la innovación, Bustamante conoció a “un Pablo”, y asegura que su investigación le llevó a descubrir que el 9% de la población masculina en Guatemala está “en el closet, casados y mintiendo a sus familias”.

Jayro Bustamante (c), posa junto a los actores guatemaltecos Juan Pablo Olyslager y Diane Bathen, durante la presentación de la película “Temblores”, en la 69 edición del festival Internacional de Cine de Berlín, Alemania. (Foto Prensa Libre: EFE)

Cuando en Guatemala un hombre decide salir del armario, la familia, el pastor, le dice que se case, que guarde su apariencia de hombre y siga fingiendo en la sociedad, explicó.

Por eso, quiso agradecer a “todos esos pablos” que le dieron su testimonio, que le contaron cuánto tiempo estuvieron “prisioneros del sistema” y felicitar a aquellos que salieron del closet y son felices hoy día.

Por otra parte, señaló, en Guatemala la ley no hace una verdadera diferencia entre la homosexualidad y la pedofilia, realmente queda “a discreción del juez”.

Por eso, “en un país donde el 99% de la sociedad es religiosa”, cuando las normas religiosas dicen que la homosexualidad es una “abominación” y los homosexuales “unos monstruos”, es “lógico” que la gente que cree en esas reglas piense del homosexual que es un “monstruo abominable” que puede hacer “monstruosidades”, dijo.

Para Olyslager, que coincide con Bustamante en que la sociedad guatemalteca es “muy cerrada”, el deber de los que hacen cine es señalar con el dedo las cosas en la sociedad con las que no están de acuerdo.

Jayro Bustamante (c), posa junto a los actores guatemaltecos Pablo Olyslager y Diane Bathen, y varios miembros del reparto, durante la presentación de la película “Temblores”, en la 69 edición del festival Internacional de Cine de Berlín, Alemania. (Foto Prensa Libre: EFE)

Agregó que no se planteó las consecuencias personales de interpretar a Pablo para él como persona y como actor, y señaló que se trató de aproximarse al personaje como siempre hace con otros roles, intentando identificarse y sin juzgarlo.

Paralelamente se da en la sociedad el fenómeno de volver a la mujer “guardiana del método conservador, del machismo”, por lo que según Bustamante, hace falta en Guatemala una revolución de género, una revolución feminista “muy fuerte”, agregó al referirse al papel de la mujer de Pablo en el filme.

Por otra parte, “fuera del concepto romántico de la relación familiar”, existe una real necesidad de “pertenecer a un grupo” a falta de un Estado con propuestas, por lo que el individuo, solo, no es nadie, explicó.

Para el cineasta no había final feliz posible en su película, porque no cree en el “happy ending” para la gente que no quiere vivir bajo las reglas sociales y religiosas en Guatemala.

Por otra parte, el realizador se refirió a la situación de hacer cine en Guatemala, donde no existen ayudas públicas para el arte y por lo tanto lo que hay es “una capacidad profesional muy grande” y gente que “trabaja con una pasión que le sale de las tripas”.

Afortunadamente existen en las instituciones “esos personajes iluminados que defienden el cine como tú”, que se apasionan, y que contribuyen como pueden, agregó.

Contenido relacionado:

> Esta es la otra película que rodará Jayro Bustamante
> La Sala de Cine de Guatemala está lista para recibir a los cinéfilos
> Por esta razón, una película de Jayro Bustamante fue premiada en el Festival de San Sebastián