Según publica el sitio oficial del Ficci, Ixcanul, que significa volcán en kaqchikel, “es una dura analogía sobre esa impotencia dormida que no se sabe cómo, ni cuándo va a despertar y las consecuencias que traerá”.
Con esta producción, Bustamante refleja con una mirada respetuosa las condiciones en que se encuentran muchas jóvenes indígenas de las zonas rurales, quienes desean decidir sobre el amor y sobre su propio destino.
Junto con Ixcanul, en la categoría de ficción, también fue reconocido el peruano Héctor Gálvez, quien se llevó la estatuilla al mejor director por NN. El premio especial del jurado recayó en Branco sai preto fica, del brasileño Adirley Queirós.
Una buena racha
La cinta guatemalteca, cuyo guion fue escrito por Bustamante, obtuvo la semana pasada el premio de mejor película iberoamericana en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, y triunfó como mejor director iberoamericano.
Por si fuera poco, el jurado calificador anunció que recomendará Ixcanul para los Globos de Oro del 2016.
La buena racha de Ixcanul también le llevó a ganar el Oso de Plata Alfred Bauer en la 65 edición del Festival de cine de Berlín, un reconocimiento que se concede a la innovación cinematográfica.
El filme se convirtió en la primera obra de un realizador guatemalteco en participar en la sección oficial de la Berlinale.
Historia
El filme está inspirado en la vida de una adolescente maya kaqchikel. Bustamante presenta en 90 minutos la historia de María, una joven indígena de 17 años quien vive en una finca cafetalera en las faldas del volcán de Pacaya junto con sus padres. En acto de obediencia, ella debe aceptar un matrimonio arreglado por conveniencia, del que no puede huir.