Es posible que los hijos se casen con alcohólicos o adopten el vicio. Incluso, la niñez en el hogar de un alcohólico constituye una mala preparación para convertirse en una persona adulta feliz y bien adaptada.
Uno de los primeros pasos para retomar el rumbo es reconocer, creer y aceptar que los alcohólicos padecen una enfermedad sobre la cual no tienen control y que afecta a otros.
Es fundamental aprender sobre esta afección al leer todo lo que se encuentre disponible en bibliotecas o en internet, así como al asistir a las reuniones de Alcohólicos Anónimos, de donde se puede obtener información de quienes están en recuperación. Cualquier interesado en el problema puede asistir a reuniones abiertas.
Quienes estén vinculado con un alcohólico se hallan en constante presión y tensión emocional y necesita ayuda para liberarse de esto. En ese sentido, la persona encontrará alivio, comprensión y apoyo en uno de los grupos de familia Al-Anon, ya que conocen por experiencia propia este tipo de problema y trabajan en completo anonimato.
Es importante no desalentarse después de algunas conferencias o reuniones, porque los cambios no ocurrirán de manera repentina. La asistencia debe ser continua, a fin de obtener un verdadero beneficio de los programas.
Hay que recordar que la familia es capaz de iniciar un proceso de recuperación o evitar a que avance la enfermedad. Los familiares acompañarán al afectado hacia la recuperación y cambiarán sus papeles por unos más constructivos en el drama del alcoholismo.
Reuniones
Cada grupo de familia Al-Anon y Alateen se reúnen todas las semanas. Comunicarse por los teléfonos 2253-9637 y 2251-8949, para conocer la ubicación y horarios de las sedes. Entrada libre.