Este estudio es de las primeras que miden específicamente el nivel sanguíneo de una gama de nutrientes, a diferencia de otras que se basan en cuestionarios que resultan menos precisos.
“Las vitaminas y los nutrientes que se obtienen al comer gran variedad de frutas, legumbres y pescado pueden medirse con la ayuda de biomarcadores sanguíneos”, explica Maret Traber, coautora del estudio.
El texto también revela que los participantes cuyo régimen alimenticio era rico en ácidos y grasas trans, abundantes en los productos lácteos y los alimentos fritos, obtenían resultados desfavorables en evaluaciones de percepción cognitiva. Además, al efectuarles resonancias magnéticas, se estableció que el tamaño de su cerebro se reducía considerablemente.