Durante la tercera jornada de la moda femenina que se celebró ayer en la capital italiana, Emporio Aramani, la línea joven del diseñador Giorgio Armani, propone trazos tradicionales y poco sofisticados.
El pelo negro de corte masculino y descuidado combina perfectamente con la mirada oscura y profunda de las modelos que se sucedieron en la pasarela y que desprendieron cierto aire enigmático y autosuficiente.
Los vestidos, la pieza central de la colección junto con los pantalones anchos, se caracterizaron por ser ajustados hasta la cintura, punto en el que nace la falda evasé (acampanada o de boca ancha), que imprimió el tono sensual de la colección.
Los vestidos cortos de un solo color como el negro no faltaron en el desfile, como tampoco los diseños cóctel y los abrigo-vestidos.
El blanco y negro fueron los colores preferidos para teñir el fondo de los diseños de esta colección, que permitieron que los tonos mar, como el turquesa y el gris perla, endulzaran y contrarrestaran la sobriedad y el aire masculino de algunos diseños.
La elegancia y lo exquisito corrieron a cuenta de las perlas que se ubicaron en zapatos, pulseras de plexiglás, bolsos y vistosos sombreros.
Los complementos ocupan lugar importante en esta colección de Armani que inauguró en Milán la línea Giorgio Armani Accessori .
De hecho, los grandes y aparatosos collares en turquesa que exhibieron los modelos junto con los grandes bolsos y zapatos marcaron los puntos más extravagantes del desfile.