Los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos, aprovecharon el arte corporal para mejorar las sillas de ruedas, debido a la espectacular flexibilidad de la lengua.
Una parte importante del cerebro está dedicada a controlar la lengua, debido a su función en el habla. Este órgano también tiene la ventaja de no verse afectado por lesiones en la médula espinal que puedan paralizar al resto del cuerpo, como en el caso de los tetrapléjicos, porque tiene una línea directa con el cerebro.