La Organización Mundial de la Salud estima que el 17 por ciento de las parejas en edad reproductiva atraviesan por esta problemática, aunque algunos especialistas hablan que este porcentaje podría ser mayor.
El ginecólogo y obstetra Luis Pedro Rossal, especialista en temas de fertilidad del grupo Gestar, comenta que entre los pacientes que recibe, ha encontrado que el 40 por ciento de las parejas tendrán una condición que afecta a la mujer, otro 40 se debe a una afección en el varón, y un 20 por ciento es de situaciones combinadas.
Rossal expresa que una de las constantes actuales es que las parejas buscan un embarazo a edades más tardías.
En los pacientes que consultan “un estudio básico es indispensable para reconocer qué sucede en la pareja, y por qué no lo está logrando, y que se centran en el análisis del semen, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios”, agrega el especialista. Esto permite ofrecer un tratamiento apropiado y determinar la línea a seguir.
En ese recorrido que hacen las parejas también se encuentran algunos aspectos que influyen en la dificultad de concebir y que conoceremos a continuación:
1.Menos azúcar
Es necesario comer bien y adquirir las fuentes de nutrientes de los diferentes grupos de alimentos. Eso sí, se hace indispensable cuidar las cantidades y porciones y mantener normales los niveles de azúcar.
Aunque no sea diabético, cuando se abusa de las comidas que elevan el índice glicémico se produce una alteraciones en el páncreas y se genera un proceso que sí repercute en la vida reproductiva.
Los niveles elevados de azúcar en sangre producen altos niveles de insulina, que pueden influir en la capacidad de ovulación e incluso se pueden provocar abortos espontáneos, y en los hombres disminuir la maduración de los espermas.
Así que cuidado con el abuso del pan, pastas, bebidas azúcaradas y otros alimentos que podrían favorecer esta condición.
2.Más de la alimentación
En general una vida equilibrada con dieta y ejercicio es vital. Hombres y mujeres en edad reproductiva deberían consumir ácido fólico, así como consumir alimentos que aporten los distintos grupos de vitaminas y minerales.
La deficiencia de vitamina B12, por ejemplo, se ha relacionado con aborto y disminución de la implantación. Estos se encuentran en el hígado, pescados, carne, huevos, leche, así como ciertos cereales y alimentos fortificados.
También se ha asociado que una mala nutrición o el bajo peso podría influir en tener un bajo peso, y en que el cuerpo no esté preparado para concebir.
Por ejemplo, indirectamente, condiciones como las que tienen los pacientes celiacos (alérgicos al gluten -proteína del trigo, cebada y centeno), sin quitar estos alimentos de su dieta, el intestino delgado se ve afectado en la absorción de nutrientes necesarios en la salud de las parejas.
3.El otro punto, la obesidad
Estudios han comprobada que sí existe una relación entre la obesidad y las dificultades para concebir. Esta condición está relacionada con problemas en la ovulación y períodos menstruales irregulares.
Los expertos también dicen que con la obesidad se da una menor respuesta a los tratamientos para la infertilidad, y se presentan más posibilidades de abortos espontáneos.
Es ideal trabajar en bajar de peso, y con ello disminuir los riesgos. En este proceso recordar también que el ejercicio es importante
4.Cero cigarros
Fumar es un veneno. Para un cuerpo saludable para concebir, la única cantidad permisible de tabaco es “cero”, agrega Rossal. El médico también habla que se ven afectados los fumadores pasivos.
Fumar influye en los procesos de oxidación celular. En hombres disminuye la calidad del esperma, existe mayor cantidad de espermas muertos, así como también disminuye la movilidad espermática, y en mujeres afecta el proceso de ovulación y disminuye la calidad ovocitaria. Con el tabaco las probabilidades de aborto crecen.
Para una desintoxicación tienen que pasar por lo menos cinco años.
5.Otros aspectos relacionados
Existen una diversidad e situaciones que pueden provocar no concebir. En la historia médica también se encuentra la formación de adherencias dentro de la cavidad abdominal y pélvica secundario a procesos infecciosos o intervenciones quirúrgicas, condiciones que pueden incrementar las posibilidades de obstrucciones que se desarrollan en las trompas de Falopio.
En ocasiones, una operación por apendicitis, por estar tan cerca del útero, podría desarrollarlo. Es vital tratar también aspectos como los fibromas uterinos, los quistes ováricos o condiciones como la endometriosis (que es la presencia de tejido endometrial fuera del útero).
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