Salud y Familia

El cáncer es una epidemia mundial que afecta más a los países de bajos ingresos

Alrededor del 70% de los fallecimientos por cáncer suceden en países emergentes, con menos recursos para hacerle frente a la carga de esta enfermedad.

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La equidad busca que todos tengamos las mismas oportunidades de prevención, de diagnóstico en etapas tempranas y si es el caso, en etapas avanzadas, de recibir  tratamientos adecuados. (Foto Prensa LIbre: pexels-ivan-samkov-6436310)

La equidad busca que todos tengamos las mismas oportunidades de prevención, de diagnóstico en etapas tempranas y si es el caso, en etapas avanzadas, de recibir tratamientos adecuados. (Foto Prensa LIbre: pexels-ivan-samkov-6436310)

Resulta un mito creer que el cáncer es una enfermedad solo de personas mayores, de aquellas que tienen un poder adquisitivo alto y, además, viven en países desarrollados. La realidad es totalmente diferente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga al cáncer como una epidemia mundial, afectando a más de 18 millones de personas al año globalmente y de forma más desproporcionada, a los países de ingresos medios y bajos Esto refleja una realidad: ¡no todos tenemos los mismos recursos para hacer frente a esta enfermedad!

Entonces, ¿qué hacer? Una parte muy importante de la solución es buscar la equidad en la atención del cáncer; es decir, que todos tengamos las mismas oportunidades de prevención, de diagnóstico en etapas tempranas y si es el caso, en etapas avanzadas, de recibir el o los tratamientos adecuados y de obtener un acompañamiento posterior a finalizar la terapia.

Desafortunadamente, muchos pacientes no pueden tomar decisiones acertadas en torno a su enfermedad debido a implicaciones de índole económico, social, geográfico y hasta de derechos humanos y es allí en donde esa desigualdad se hace aún más grande.

La educación de una persona, sus ingresos, si reside en una zona rural o más céntrica, así como en un país emergente o más desarrollado, entre otros factores, determinan si el tumor se puede detectar, tratar y atender de forma adecuada y sustentable para el sistema.

Estudios demuestran que, alrededor del 70% de los fallecimientos por esta enfermedad suceden en países emergentes, los cuales cuentan con menos recursos para hacerle frente a la carga del cáncer.

 

Una amplia brecha sin rumbo

La desigualdad en el acceso a la atención oncológica implica que grupos vulnerables y con menos recursos no puedan hacer uso de los medicamentos adecuados para su tratamiento y tengan que enfrentarse a situaciones complicadas, en términos de acceder a centros de salud y formas de desplazamiento.

También, el contacto con médicos y centros especializados se vuelve más complejo conforme aumenta la distancia entre poblados remotos y zonas urbanas.

La brecha se marca aún más en niños, con tasas de supervivencia menores al 30% en países de ingresos bajos y medios.

Además, cuando los ingresos del paciente se ven comprometidos por la afectación de su capacidad laboral y del incremento de gastos imprevistos, la persona puede obligarse a poner de lado su tratamiento, por el pago de otros servicios básicos.

Si la equidad en salud plantea que todos podamos acceder a servicios de calidad, es necesario que tanto autoridades como actores del sector pongamos en práctica iniciativas acorde con las necesidades de los pacientes oncológicos, no de sus ingresos económicos.

 

Esencial: reconocer las necesidades en todas las vías

Para lograr que todas las personas tengan una oportunidad equitativa de hacer frente al cáncer, los programas de atención oncológica deben reconocer aquellos aspectos en los que se está fallando e instaurar una vía definida según metas, barreras, necesidades de los pacientes y del sistema, y recursos disponibles, en búsqueda de la mejora constante para poder brindar medicina personalizada, específica para cada paciente.

Invertir y acrecentar la educación continua del recurso humano en salud y de la población, en términos de factores de riesgo, diagnóstico temprano y tratamiento, es indispensable, ya que también apoya la labor de aclarar prejuicios acerca de la enfermedad.

Asimismo, las autoridades de salud pueden considerar extender más los servicios centralizados a comunidades lejanas, optimizando así la cobertura en atención.

Y los sobrevivientes de cáncer también tienen un papel esencial. Son aliados indispensables para abordar las necesidades de acceso de futuros pacientes e inclusive, para instaurar programas de navegación dentro de los sistemas de los países.

Para los pacientes con diagnóstico de cáncer en etapas avanzadas, dependiendo del tipo de cáncer, actualmente existen terapias dirigidas que ayudan a prolongar la expectativa de vida de los mismos, así como su calidad de vida, por ello es muy importante poder tener la disponibilidad de pruebas de diagnóstico y tratamientos que permitan ofrecer esas oportunidades para estos pacientes. ¡Cada vida cuenta!

Convenios basados en información del mundo real también son una realidad en ciertos países de la región, en donde la industria farmacéutica busca facilitar el acceso a ciertos medicamentos para quienes realmente los necesitan -incluyendo aquellos con metástasis- y que vayan a hacer una diferencia en su calidad de vida.

¡Es momento de cambiar el rumbo! Tácticas e iniciativas existen con miras a mejorar la equidad en la atención oncológica, lo que se necesita es la disposición de los diferentes actores del sector, una asignación adecuada de recursos y un trabajo conjunto, a nivel público y privado, para poder salvar miles de vidas más.

 

Dra. Eyra Medina, Líder para América Central y el Caribe en Pfizer

En busca de equidad

Dra. Eyra Medina, Líder para América Central y el Caribe en Pfizer

La desigualdad en el acceso a la atención oncológica implica que grupos vulnerables y con menos recursos no puedan hacer uso de los medicamentos adecuados para su tratamiento.

 

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