Problemas numéricos o lingüísticos en niños podrían ser provocados por un trastorno del aprendizaje
Tareas simples como leer, escribir, pronunciar o comprender términos lingüísticos o matemáticos podrían estar relacionadas con trastornos del aprendizaje. Conozca los signos de alerta.

Dificultades del aprendizaje podrían afectar al del 3 al 5 por ciento de la población según estudios médicos. (Foto: Prensa Libre /Shutterstock)
Si conoce casos de personas que tienen dificultades en la comprensión matemática o el desarrollo de la lectoescritura, esto podría deberse a un trastorno del aprendizaje, un problema visible en su mayoría durante la edad infantil (entre 6 y 11 años).
Según los médicos, un trastorno del aprendizaje ocurre cuando el cerebro capta información y la procesa de manera “limitada”. Esto impide el aprendizaje y desarrollo correcto de las habilidades matemáticas o lingüísticas.
Patricia Sandoval, especialista en Neurología Pediátrica, explicó que el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) define estos trastornos como una dificultad en el aprendizaje y la utilización de las aptitudes académicas básicas del lenguaje oral o escrito, la lectura y las matemáticas, que persisten al menos durante seis meses.
Por su parte, Gabriela Álvarez, subdirectora de la Dirección General de Educación Especial (Digeesp), comenta que desde la perspectiva psicopedagógica estas dificultades requieren habilidades de estimulación específicas para desarrollar el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo.
La educadora resalta que estas dificultades tienen una base neurobiológica, pero no están relacionadas con discapacidad mental, del habla o visual, "Quiere decir que la persona está presentando dificultades, pero no está comprometida su capacidad intelectual, no tiene discapacidad intelectual." agrega Álvarez.
Estos trastornos del aprendizaje deben ser estimulados, ya que son irreversibles. Expertos explican que estas dificultades se desarrollan en la infancia, aunque se cree que existen personas adultas que tienen uno de estos trastornos que no fueron diagnosticados por la baja información que se tenia de estas dificultades.
Trastornos del aprendizaje lingüísticos
En la actualidad, los estudios pedagógicos reconocen seis tipos de trastornos del aprendizaje: cinco lingüísticos y uno numérico. Aunque estas dificultades muestran señales en la primera infancia, es en la etapa escolar inicial donde suelen identificarse.
Dislexia
Este trastorno afecta las habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, específicamente el proceso de codificación en el cerebro, que transforma la información visual en verbal. También impacta la memoria a corto plazo, la percepción del orden y la secuenciación.
Gabriela Álvarez detalla que las personas con este padecimiento presentan dificultades al leer, ya que su cerebro no les permite diferenciar letras como “b” de “d”, “p” de “q” o “3” de “e”.
“Esta situación no depende de la capacidad intelectual ni de alguna deficiencia en la visión o la audición. Se debe a ciertas alteraciones en el procesamiento de la información visual y auditiva, relacionadas con diferencias estructurales y funcionales en algunas áreas cerebrales”, explica Álvarez.
Disgrafía
Esta dificultad afecta el desarrollo de la escritura, específicamente la forma y el significado de las letras. Se origina porque la grafomotricidad —la capacidad de hacer trazos— no se conecta adecuadamente con los sonidos de las letras. En otras palabras, la persona no puede traducir su pensamiento en escritura.
Paola Zelada, maestra de educación especial del Colegio Integral El Faro, destaca que esta dificultad provoca que el niño entienda lo que desea escribir, pero no logre ejecutar los trazos correctamente. Esto ocurre porque el cerebro procesa la información auditiva, pero no asocia la figura de la letra con su sonido.
Un ejemplo claro de esta dificultad es cuando un niño puede narrar una historia de forma coherente y clara, pero al intentar escribirla no logra conectar las letras correctas para formar palabras, o mezcla letras con trazos que parecen rayones.
Dislalia
Expertos señalan que la dislalia es un trastorno del habla caracterizado por la dificultad para pronunciar los sonidos de las letras. Gabriela Álvarez enfatiza que este trastorno no está relacionado con problemas físicos en los labios o la boca de los niños, sino con un problema en la asociación entre una letra y su sonido.

Los trastornos lingüísticos afectan la relación del lenguaje, el habla y el razonamiento. (Foto: Prensa Libre /Shutterstock)
Disfasia
Otra de las dificultades menos conocidas es la disfasia, que afecta la adquisición del lenguaje. Aunque está relacionada con problemas cromosómicos y genéticos, esta dificultad interfiere tanto en la comprensión como en la expresión del lenguaje.
Paola Zelada indica que este trastorno se manifiesta al construir frases o encontrar palabras. Aunque el cerebro de la persona reconoce el lenguaje, no logra conectar neuronalmente con las funciones necesarias para el habla.
La experta también resalta que este trastorno suele confundirse con la afasia, una condición causada por problemas físicos, cerebrales o neurológicos, características que la disfasia no comparte.
Disortografía
La disortografía es uno de los trastornos del aprendizaje más recientes en ser identificados. Consiste en la dificultad para detectar y corregir problemas ortográficos a gran escala.
Gabriela Álvarez, subdirectora de la Dirección General de Educación Especial (Digeesp), explica que esta dificultad es compleja, ya que quienes la padecen no logran comprender dónde colocar una tilde, cómo conectar palabras correctamente, identificar qué palabras llevan “h” o diferenciar entre la “v” y la “b”.
Trastornos del aprendizaje numéricos
Discalculia
La discalculia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad para realizar cálculos matemáticos y comprender las relaciones numéricas. Las personas con esta dificultad enfrentan problemas para aprender procesos de comprensión numérica.
Paola Zelada, maestra de educación especial, explica que esta dificultad hace complejo para las personas entender las diferencias entre un número y un numeral, contar o relacionar la forma del número con su orden.

La discalculia es una de las dificultades del aprendizaje con menos casos diagnosticados, aunque se presumen podrían ser mayor que los casos de dislexia. (Foto: Prensa Libre /Shutterstock)
¿Cómo se desarrollan los trastornos en el cerebro?
El cerebro funciona como el centro de mando de una computadora, emitiendo órdenes para reaccionar a estímulos diarios y almacenan información aprendida.
Para que el aprendizaje ocurra, es esencial que ambas funciones estén conectadas mediante la transmisión constante de información a través de las ramificaciones de las neuronas. Sin embargo, esta acción puede verse interrumpida por la falta de madurez cerebral.
Estudios médicos identifican que las dificultades de aprendizaje, como no distinguir entre las letras “B” y “V” o la incapacidad de hacer el número cinco con los dedos mientras se dice en voz alta, se deben a una inmadurez en el desarrollo del cerebro. Esto afecta las conexiones neuronales en áreas relacionadas con el lenguaje, el procesamiento de información y la atención.
La ramificación de las neuronas se puede comparar con una red de cables conectados entre computadoras que comparten la señal de internet. Si estas conexiones no se desarrollan adecuadamente, las funciones neuronales no pueden comunicarse de manera eficiente. Esto impide que la información pase entre la memoria a corto y largo plazo y regiones clave del cerebro, como el hipocampo, la amígdala, el tálamo y el lóbulo temporal.
Se identifican en la infancia
Patricia Sandoval, especialista en Neurología Pediátrica, explica que el inicio, reconocimiento y diagnóstico de los trastornos específicos del aprendizaje normalmente ocurren durante los primeros años de la educación primaria. Es en esta etapa cuando los niños comienzan a aprender habilidades como escribir, leer, deletrear y calcular.
En los casos de dificultades lingüísticas relacionadas con el habla, se pueden observar precursores desde la primera infancia. Entre ellos se incluyen retrasos o deficiencias en el desarrollo del lenguaje, problemas para rimar o contar, y dificultades con las habilidades motoras finas necesarias para la escritura.
“Estos trastornos duran toda la vida, pero su curso y expresión clínica son variables. Dependen de la interacción entre las exigencias del entorno, la variedad y la gravedad de las dificultades de aprendizaje del paciente”, señala Sandoval.
Factores que los provocan
Sandoval comenta que la base de estos trastornos es multifactorial. Entre las causas biológicas se incluyen factores genéticos, epigenéticos y ambientales, que interfieren en la capacidad del cerebro para percibir o procesar información, ya sea verbal o no verbal, de manera eficiente y precisa.
La especialista indica que, en algunos casos, los trastornos pueden ser hereditarios: “Familiares de primer grado con trastornos del aprendizaje tienen un mayor riesgo de padecer un trastorno específico del aprendizaje”.
Además, hay factores de riesgo adquiridos y ambientales, como el nacimiento prematuro o el bajo peso al nacer, que aumentan la probabilidad de presentar estas dificultades, concluye Sandoval.
¿Cómo identificarlos?
Expertos en pedagogía recomiendan realizar una evaluación pedagógica especial para determinar la presencia de estos trastornos. Aunque el costo puede variar entre 3 mil y 5 mil quetzales, esta evaluación permite identificar específicamente el tipo de dificultad que se presenta o, en su caso, varias de ellas.
“Es sumamente importante resaltar que el diagnóstico de dislexia, discalculia y disgrafía debe realizarse a partir de los nueve años”, señala Gabriela Álvarez, especialista en educación especial.
Álvarez también recomienda a padres y docentes estar atentos para detectar indicadores que sugieran la existencia de estas dificultades en niños. Entre los principales signos de alerta se encuentran:
- Dificultades para identificar correctamente números, letras y signos de puntuación
- Confusión de direcciones (izquierda/derecha)
- Problemas con la escritura y el deletreo
- Dificultad para diferenciar los nombres de los dedos
- Problemas con la percepción visual
- Falta de lateralidad definida
- Problemas para almacenar contenidos en la memoria
- Dificultades en las destrezas motoras
- Dificultades en el lenguaje
- Problemas para establecer correspondencias recíprocas
- Dificultad para contar de manera comprensiva
- Falta de comprensión de conjuntos
- Problemas para adquirir las nociones de conservación del número
- Dificultad para comprender el valor de un número según su posición
- Problemas para leer la hora
- Dificultad para comprender el valor de las monedas, el lenguaje y los símbolos (letras y números)
- Dificultades con el lenguaje y los símbolos matemáticos
- Problemas para realizar cálculos mentales
- Dificultades con las operaciones matemáticas básicas: suma, resta, multiplicación y división
- Problemas para calcular el cambio, contar billetes, dividir una cuenta o estimar costos
- Dificultad para juzgar la longitud de las distancias y el tiempo que tomarán en llegar a un lugar
- Problemas para recordar direcciones