Si los filmes se proyectan fuera de nuestras fronteras, el efecto es mayor, pues permiten ubicar a Guatemala en el mapa e invita a explorar los escenarios donde se filmaron esos relatos.
En los últimos meses se han presentado películas como Ixcanul, de Jayro Bustamante, que le ha dado la vuelta al mundo y muestra la majestuosidad del volcán de Pacaya, ubicado en Escuintla.
Hunting Party, de Chris Kummerfeld Quiroa, se rodó en la Antigua Guatemala, en Sacatepéquez, y sus imágenes reflejan la vida nocturna de la Ciudad Colonial.
La recién estrenada Otros cuatro litros, de Rodolfo Espinoza, presenta el esplendor del Lago de Atitlán, en Sololá.
La casa más grande del mundo, de Ana V. Bojórquez, exhibe el paisaje que rodea la Sierra de los Cuchumatanes en el occidente del país, mientras que El Señor de Esquipulas, de Luigi Lanuza, invita al espectador a conocer Esquipulas, en Chiquimula.
La antigua Guatemala, donde se filmó Hunting Party, está a 40 kilómetros de la capital. Es una ciudad colonial que durante la Semana Mayor se convierte en sede del fervor religioso. Su clima es templado.
El lago de Atitlán fue escenario de Otros cuatro litros. Se ubica en Sololá, a 110 kilómetros de la capital. Está rodeado de los volcanes San Pedro, Tolimán, y Atitlán. Su clima es frío.
Ixcanul se rodó a las faldas del volcán de Pacaya, en Escuintla. Mide 2 mil 552 metros de alto y es ideal para practicar montañismo. Llegar al cono toma 1 hora 30 minutos. Se encuentra a 40 kilómetros de la ciudad.
La basílica de Esquipulas está en el municipio del mismo nombre, en Chiquimula, y es el foco principal del filme El Señor de Esquipulas. Este sitio de peregrinaje católico está en el kilómetro 222. Su clima es templado.
En la Sierra de los Cuchumatanes, a 3 mil 800 metros —su punto más alto—, se filmó La casa más grande del mundo. Cubre Huehuetenango y Quiché. Hay diversidad de fauna y flora.