
El gigante informático pretende morder un mayor trozo del pastel de la telefonía móvil, sector dominado por Samsung, Huawei y Apple.
Con el Pixel 4, Google pone énfasis en un smartphone con cámara potente que por primera vez funciona con un procesador propio diseñado por la firma, ofrece dos mandos para controlar el brillo y la exposición antes de tomar la fotografía y directamente en la pantalla.