La prisión ha estado a cargo de la Comisaría 41, a pesar de que autoridades locales han pedido que la administración pase a cargo del Sistema Penitenciario (SP).

Uno de los oficiales a cargo, quien prefirió no ser identificado, indicó que la cantidad de reclusos oscila entre 300 y 330, los cuales se distribuyen en los cinco sectores del edificio de dos pisos.

En la planta baja está la mayoría de internos, y en el área conocida como banderas hay unos 60 reos que gozan de algunos privilegios, como comedor y cocina.

El 50 por ciento de los reclusos tiene cama o colchoneta, mientras que el resto duerme en el suelo, pues no tienen opción.

Cristóbal Alvarado, encargado del segundo piso de la cárcel, explicó que todos duermen en una sola habitación, y que cuentan con dos servicios sanitarios para 60 personas.

Añadió que las paredes son de adobe, que resultaron con daños por el terremoto del 7 de noviembre del 2012 y no han sido reparadas.

En carceletas

En Escuintla, el hacinamiento por falta de espacio en los centros carcelarios ha obligado a las autoridades a habilitar carceletas en subestaciones policiales.

El subcomisario Gabriel Arriaga, jefe de Operaciones de la Comisaría 31, informó que se cuenta con tres carceletas en las subestaciones de Tiquisate, Nueva Concepción y Santa Lucía Cotzumalguapa, y que en esta última, según el último conteo, tienen a 23 prisioneros.

El amontonamiento ha generado enfrentamientos entre los reos, con saldo de muertos y heridos. El más reciente ocurrió en noviembre último, cuando seis internos resultaron gravemente heridos en una trifulca en la Granja de Rehabilitación Canadá.

Rudy Esquivel, vocero del SP, comentó que esa granja alberga a mil 177 reclusos, pero su capacidad real es solamente de 800.

En la cárcel de alta seguridad hay 253 personas, quienes están presas por delitos de alto impacto.

Insegura

Vecinos, autoridades municipales y entidades de Derechos Humanos ven con preocupación las precarias condiciones del Centro Preventivo para Hombres de Huehuetenango, ubicado en la 5a. avenida y 6a. calle de la zona 1, el cual califican de inapropiado para ser utilizado como centro carcelario, pues no reúne las condiciones mínimas de seguridad.

Rubén Ríos, oficial de la Procuraduría de los Derechos Humanos, informó que han constatado las dificultades que afronta la cárcel y que una de ellas es que tiene capacidad para cien reclusos, pero con normalidad hay 250 en el lugar, quienes, además, deben compartir un servicio sanitario en cada uno de los tres sectores.

Las paredes están construidas de adobe, el techo es de lámina y no hay camas, por lo que la mayoría debe dormir en el suelo.

En Jalapa

En los centros preventivos de la cabecera de Jalapa los internos también permanecen hacinados.

En el presidio de hombres hay más de 180 presos, en un espacio que tiene capacidad para 70.

El edificio está entre la sede de la Gobernación Departamental y la municipalidad, y el inmueble fue construido a principios de la década de 1900.

Las féminas están recluidas en una casa en la calle Tránsito Rojas, viven en condiciones infrahumanas y muchas de ellas tienen allí a sus hijos pequeños.

Además, a Jalapa son llevados prisioneros de El Progreso, ya que en ese departamento no hay cárcel, pues la que había fue desalojada hace un año porque se estaba hundiendo.

ADEMÁS

Construirán módulos

Rudy Esquivel, vocero del SP, aseguró que gestionan la construcción de  módulos para albergar a más reos.

Añadió que esta infraestructura podrá recibir a siete mil reclusos en Escuintla y  Cantel, Quetzaltenango, pero que el proyecto está en manos del Ministerio de Gobernación.

UN DATO

3 carceletas ha habilitado la PNC en Escuintla, por falta de espacio en cárceles.