Este viernes, Alexander Mérida, quien encarna al Jesús, cargó una cruz de unas 140 libras de peso desde el Calvario hacia la plaza central de Chiantla.
Durante este recorrido, Jesús recibió insultos, agresiones y empujones y eso y las tres caídas hizo rodar lágrimas a varios fieles católicos que acudieron para observar esta representación que se realiza desde hace 66 años.
Miles de visitantes llegaron para ser testigos del camino de Jesús al monte de las Calaveras y luego la crucifixión junto a los ladrones Dimas y Gestas.
La representación está basada en el texto el Mártir del Gólgota y sirvió para enviar un mensaje de unidad familiar y cambio de actitud en las personas que participaron de esta actividad.
De acuerdo con Mérida, el sacrificio físico y la preparación espiritual busca generar cambios en quienes por tradición acuden principalmente el Viernes Santo a Chiantla, para observar esta representación que conjuga arte con espiritualidad.
Adriana Samayoa una visitante se mostró consternada por la forma tan real en la que los artistas hicieron la representación, pues durante el viacrucis pudo regresar al pasado y vivir la tragedia que significó para Jesús el haber sido enviado a una cruz injustamente.
“Es un mérito realizar un trabajo de calidad que cumple su propósito al hacernos reflexionar” dijo Samayoa, quien viajó desde Petén para apreciar la representación.