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El clásico fue emotivo de principio a fin en la ida de la final del Apertura

Los rojos no le ganan en finales a los albos desde el clásico 264, en el  2011. En esa ocasión lograron su último título (29). Fue una final digna de dos equipos que no quieren dar por perdido un título que sabe a mucho. Municipal y Comunicaciones jugaron 90 minutos intensos, de esos que solo los grandes futbolistas saben definir.

Un golazo de Maximiliano Callorda y otro de Joel Benítez hicieron que la noche se iluminara con la sensación de que la serie está abierta y que mañana, de nuevo, podrán encontrar la revancha de ese 1-1 que deja a los dos equipos con la opción de ser campeón.

En el Mateo Flores, ayer se observó a dos equipos con hambre de triunfo. Los rojos, que añoran volver a  levantar la copa, y  los cremas, que sueñan con ese quinto título seguido que los ponga en lo más alto de su historia.

En una definición puede pasar de todo. Eso lo sabía bien el técnico uruguayo Manuel Keosseián,  que debía cuidar ese medio campo que tanto le ha destruido Comunicaciones. Por eso apostó por tres volantes de contención: Claudio Albizuris, Sergio Trujillo y Marco Rivas.

Una decisión difícil de aceptar para los amantes del juego ofensivo, pero también precavida para los que saben que si José Manuel el Moyo Contreras tiene espacio, los puede destruir con una de esas jugadas geniales que sabe hacer siempre, y si está enchufado con Jorge Aparicio y Jean Jonathan Márquez, juntos pueden destruir cualquier esquema. Por eso Keosseián no se fió, y salió así, defensivo, pero que al parecer le funcionó, por lo menos en 67 minutos, porque el Moyo, no fue el Moyo talentoso, quizá precavido por esas tres tarjetas amarillas que le molestaban porque podía quedar fuera del juego de la final. Pero un tiro de esquina suyo fue determinante para el empate.

Keosseián también falló, porque no confió en su equipo, y dejó que Kevin Santamaría fuera el motor, pero el salvadoreño se dedicó más a estar tirado en la gramilla que a generar, algo que perjudicó a Carlos Ruiz, quien no contó con opciones. Ni un solo remate a la portería de Juan José Paredes. Solo hizo el desgaste.

Municipal fue más al comienzo. Quiso ahogar a su rival, pero no fue suficiente con el intento. Apenas una llegada clara de Callorda y otra de Albizuris en el primer tiempo.

Necesitó esperar 65 minutos para que un remate fuera del área, definido por Callorda, terminara por vencer a Juan José Paredes. Un golazo con el que nada pudo hacer el portero menos vencido del torneo, que lleva siete clásicos sin perder. Un ganador nato y que sabe que mañana puede ser su gran día.

Un golpe sicológico parecía ese gol rojo, pero fue todo lo contrario, fue como una vitamina para los cremas, que nunca se desesperaron y que aunque por momentos perdieron el control del balón, algo raro en ellos, porque casi siempre llevan el dominio del mismo, supieron asimilar.

Al 67, un tiro de esquina de José Manuel Contreras, impecable, que casi es gol olímpico, es puñeteado por Morandi, también una de las grandes figuras de la noche, ya había ahogado el gol de Márquez y de Kendell Herrarte, pero ahora sus compañeros no le pudieron ayudar. Callorda, el uruguayo que sumó su noveno gol del torneo y primero en clásicos, no pudo despejar, y desde el suelo, Joel Benítez, el incansable paraguayo que siempre está presenten. No dio por perdido el balón y  remató para vencer a Morandi.

El golpe sicológico fue para los rojos, no para los cremas, porque quien no pudo manejar el marcador fue el cuadro edil.

Quedan ahora 90 minutos, que serán duros, porque cada equipo busca escribir su propia historia, en donde el Mateo Flores será, como siempre el testigo mudo de una final digna.

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