El catarí, que tiene un registro de 40 horas 18 min 30 seg y aventaja en la general al sudafricano Giniel de Villiers por más de 35 minutos, va por su segundo Dakar tras haberse llevado el de 2011.

“Lo único que quería era comenzar la etapa y acabarla. Hemos hecho un buen trabajo, rodando a buena velocidad sin perder pese a ello la concentración”, dijo el catarí, quien solo debe preocuparse el sábado por hacer una etapa correcta para alzarse con la victoria.

Señaló que “todo ha funcionado al 100% en este Dakar. Si me levanto en forma mañana (sábado) por la mañana, saldré dispuesto a darlo todo”.

Su compañero de equipo, el argentino Orlando Terranova ganó este viernes su cuarta etapa y la undécima de los Mini, pero está muy lejos en la general tras haber perdido seis horas en el cuarto parcial por problemas mecánicos.

Relegado al decimoséptimo lugar en la clasificación, sin embargo se espera que Orly Terranova sea recibido como un ídolo por su público en Buenos Aires.

“El inicio del rally no fue fácil para nosotros, pues cometimos errores y tuvimos mala suerte… Pero era importante continuar hasta el final para aprender y ver qué tenemos que mejorar”, se lamentó el argentino, quien de no haber sufrido esa demora, estaría en la pelea.

Los Renault, que volvieron a un Dakar luego de 25 años de ausencia, concluyeron una de sus mejores etapas en esta edición con el tercer puesto del argentino Emiliano Spataro.