Fognini entró motivado tras vencer en la semifinal a Rafael Nadal, el gran favorito del torneo y que cayó al cuarto puesto del ranquin.
La noche del domingo en Rio de Janeiro era fresca y el público se arrimó al mejor postor: comenzó apoyando al italiano, algunos llevaban camisetas de la selección italiana de fútbol, pero poco a poco fue capitulando a Ferrer.
El de Javea (Comunidad Valenciana, este) hizo lujo de su poderoso saque y supo mover la bola a su antojo con un buen juego de fondo, mientras que Fognini respondía con fuerza, precisión y bonitas jugadas, sobre todo arriba en la red. Pero le faltó continuidad, después de un excelente game, desperdiciaba el otro.