Según Adán Aquino, gerente de Transportes Los Andes, esa decisión ha ocasionado que la mayoría de empresas que trasladan mercadería a toda la región, y que no estaban preparadas, detengan sus productos en bodega.
“Hasta que esté el permiso otorgado se puede transportar, y eso está entorpeciendo la agilización del comercio”, dijo Aquino. Agregó que el requisito del aviso previo ha dejado carga retenida desde el jueves.
Cuarenta y dos partidas arancelarias fueron incluidas en alto riesgo, entre estas frijol, plantas vivas y arroz.
Las empresas están en el proceso de aprender cómo funciona la nueva normativa, expuso Fernando Herrera, director de servicios al exportador de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
“Se presentan atrasos y confusiones en fronteras porque las empresas que no estén enteradas de que corren el riesgo de mandar a la frontera sin aviso previo”, expresó Herrera.
Para exportar, el empresario debe comunicar el envío acompañado del registro fitosanitario y el proceso se hará en línea a través de las ventanillas ágiles.
ANALIZARÁN CAMBIOS
María Luisa Flores, viceministra de Comercio Exterior, explicó que solicitará una videoconferencia con sus homólogos de la región para analizar el impacto que podrían causar estos cambios.
Las modificaciones buscan que cuando llegue la carga a una aduana, los inspectores sanitarios estén presentes, ya que con anterioridad los contenedores pasaban hasta 24 horas sin revisión.
Además, otros cambios en la renovación de los registros sanitarios también ha generado atrasos, señaló Ramiro Pérez, de la Asociación de Desarrollos Lácteos.
Tablas nutricionales, conteos microbianos y etiquetas nuevas, son algunas de los cambios que han detenido los envíos.
En el caso de la exportación de queso, algunos aditivos no se podrán utilizar. Por ejemplo, la crema no podría utilizar benzonato de sodio, aunque la mayoría productores lo utilizan.