Economía

Opinión: Economía de la degradación del suelo

Stacey Noel y John Soussan hicieron un documento encargado por el Mecanismo Mundial de la Convención para el Instituto Ambiental de Estocolmo, en septiembre del 2009, donde realizaron un enfoque metodológico integral para evaluar los costos de la degradación de la tierra y su valor en la gestión sostenible, que me pareció muy interesante, ya que en los últimos años se ha incrementado el interés y reconocimiento de la importancia de los bienes y servicios para el crecimiento económico y la reducción de los daños a los ecosistemas.

CIUDAD DE GUATEMALA – Esto porque al mismo tiempo ha aparecido, como una evidencia fatal, que la presión humana sobre los ecosistemas está impactando negativamente en la prestación de estos servicios fundamentales.

La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (MA, en inglés) encontró que alrededor del 60 por ciento de los servicios de los ecosistemas se están degradando o se están utilizado de manera no sostenible, y señaló que la degradación de los ecosistemas podría “empeorar significativamente” durante la primera mitad de este siglo. La MA reconoció, además, la importancia de estos servicios en los medios de vida, especialmente los de los pobres, lo que sugiere que la degradación de los servicios era “una barrera importante” para la seguridad alimentaria.

La MA también llamó la atención sobre el impacto económico de la cuestión indicando que los costos totales de la pérdida y degradación de estos servicios de los ecosistemas son difíciles de medir, pero la evidencia disponible demuestra que son importantes y crecientes.

Utilizando la lógica de que “no se puede gestionar lo que no se mide”, recientemente ha puesto énfasis en tratar de cuantificar estos servicios como una herramienta para avanzar hacia una gestión más sostenible de los ecosistemas, esto gracias a una serie de estudios que llevan a cabo la valoración de los servicios ambientales que van de lo global a nivel micro.

Y es que la tierra nos da como primera instancia combustible,  alimentos, agua dulce, recursos genéticos y bioquímicos.
También nos aporta beneficios que se obtienen a partir de la regulación de los procesos ecológicos, tales como la regulación de la calidad del aire, del clima, del agua, de la erosión, purificación de agua y tratamiento de residuos, regulación de enfermedades, de plagas, la polinización y la regulación de peligros o amenazas naturales.

Nos da beneficios culturales o no materiales; por ejemplo, el enriquecimiento espiritual, el desarrollo cognitivo, la recreación, las experiencias estéticas, valores educativos, las relaciones sociales, valores del patrimonio cultural, la recreación y ecoturismo. Finalmente es un apoyo fundamental para la producción de otros servicios, como la formación del suelo, la fotosíntesis, la producción primaria, el ciclo de nutrientes y los ciclos del agua.

Para poder valuar estos beneficios de la tierra, existen 3 métodos:

1)  De preferencias, y aquí entran cuatro técnicas. La primera, de los precios de mercado, que es la técnica más sencilla y directa de valoración. Este método puede ser utilizado para cualquier servicio de los ecosistemas que se compran o se venden de forma regular. Ejemplo: el precio de los alimentos, de los combustibles, etcétera.

Luego la técnica del efecto sobre la producción que determina el valor de un servicio ambiental considerando su participación en la producción de otros bienes y servicios que se comercializan. Ejemplo: servicios de protección de cuencas hidrográficas, la producción de energía hidroeléctrica, riego y suministro de agua municipal, servicios de los humedales en la producción de peces, etcétera.

La técnica de costos de viaje que tratan de apreciar el valor recreativo de los ecosistemas mediante la medición del dinero gastado para llegar al ecosistema específico. Y la técnica de los precios hedónicos, que buscan evaluar la diferencia en el precio de mercado de un bien —no  ecosistema— debido a la existencia de un atributo ambiental específico, tal como un inmueble con vista a las montañas o a un lago.

2) Método de Costos, que tiene tres técnicas, que son:

El costo de reemplazo, tal como el uso de fertilizantes. La técnica de mitigación o gastos preventivos mediante la valoración de un servicio para el que la disminución o desaparición implicaría pérdidas económicas. Luego el costo del daño evitado, como los servicios de protección de cuencas que controlan la sedimentación aguas abajo, y finalmente:

3) Método de Preferencia Declarada, que cuantifica el valor de los servicios de los ecosistemas no comercializados preguntando directamente a los consumidores acerca de su disposición a pagar por un servicio específico o su disposición a aceptar compensaciones por la pérdida de un servicio.

¿Dudas?
manuelsalgueroespana@gmail.com

ESCRITO POR: