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9 avances de la medicina que han hecho que las guerras sean menos mortales

La muerte y las heridas van mano a mano con la guerra. A lo largo de los siglos, los soldados han perdido la vida al ser atacados por flechas y cañones hasta artefactos explosivos improvisados ??(IED por sus siglas en inglés), conocidos también como las "bombas camineras", que se usan frecuentemente en las guerras asimétricas.

Los esfuerzos para salvar cada vez más vidas han dado frutos.

Los esfuerzos para salvar cada vez más vidas han dado frutos.

Las nuevas armas traen nuevas lesiones, que obligan a la medicina a adaptarse y encontrar la manera de tratar heridas poco comunes.
Sin embargo, hoy en día muchos casos -incluso con la pérdida de extremidades y hemorragias catastróficas- no resultan necesariamente en la muerte.

Los avances en la medicina militar están haciendo que los campos de batalla sean menos mortales de lo que solían ser.

1854

Mejoras en la higiene


Hasta el siglo XIX, los soldados heridos a menudo morían debido a la limitada comprensión de la medicina y la higiene.

Uno de los cambios más importantes en el tratamiento de los soldados fue la detención de la propagación de enfermedades en los hospitales durante la guerra de Crimea.

Las condiciones en el hospital militar británico en Scutari, Turquía, eran terribles.

Florence Nightingale, conocida como “La dama de la lámpara”, limpió las insalubres instalaciones, en las que yacíanheces en el suelo y el agua potable estaba contaminada.

A su regreso a Inglaterra, analizó los datos que había recogido en Turquía y la verdad que revelaron fue impactante: la causa de 16.000 de las 18.000 muertes no fueron las heridas sufridas en batallas sino enfermedades prevenibles, cuyo contagio se debía a la falta de higiene.

Su nuevo enfoque, que priorizaba la limpieza en los hospitales, disminuyó las tasas de mortalidad y fue adoptado como una práctica común en los hospitales militares y civiles.

1914

El tratamiento en el campo de batalla


En la Primera Guerra Mundial fueron desplegadas potentes armas mecánicas y la medicina tuvo que avanzar rápidamente para hacerle frente a las lesiones que causaban.

Una de las primeras mejoras se dio debido a las lesiones causadas por los bombardeos de artillería.

Los poderosos proyectiles rasgaban la carne dejando huecos, dispersaban fragmentos de metal por el cuerpo y sus ondas de energía dañaban los tejidos blandos.

Como el tratamiento rápido podía prevenir muertes por pérdida de sangre, el papel del camillero cambió.

Anteriormente, sólo trasladaban a los heridos del campo de batalla. Pero en la Gran Guerra se les dio capacitación para remendar las heridas y detener la pérdida de sangre, antes de llevar al paciente a un lugar seguro.

1914

Acercando el hospital


Para proporcionar una atención más rápida, hospitales de campaña bien equipados se acercaron a la acción y unidades móviles llevaron las máquinas de rayos X adonde se necesitaban.

Los fragmentos diminutos de las metralletas podían causar infección y la muerte, y a menudo era difícil encontrarlos en los cuerpos de los soldados.

Para facilitar la detección, la científica Marie Curie ideó la unidad móvil de rayos X, que podía transportar equipos valiosos a los hospitales más cercanos al frente.

Los rayos X previamente eran poco fiables pero habían mejorado en 1913, a tiempo para la guerra.

Eventualmente 200 unidades móviles, conocidas como ''Petite Curie” (pequeña Curie), estaban en uso, permitiendo la detección y eliminación de esquirlas que de otro modo habrían sido invisibles y potencialmente mortales.

1917

La férula de Thomas


A principios de la Primera Guerra Mundial, una lesión en el muslo muy probablemente resultaba en la muerte del paciente, pero la introducción de la férula de Thomas mejoró las tasas de supervivencia.

Previamente, las heridas del muslo o sangraban profusamente o un fragmento de hueso roto se movía internamente, desgarrando los grandes vasos sanguíneos y provocando una hemorragia interna.

La férula de Thomas fijaba anillos de metal a la ingle y el tobillo con una barra que los conectaba.

Unas correas de cuero envueltas alrededor de la pierna y la varilla, la mantenían recta y evitaban el movimiento perjudicial.

A la férula se le atribuye haber salvado miles de vidas de soldados.

1917

Los avances de sangre


Como la Primera Guerra Mundial se prolongó, las mejoras en la transfusión de sangre y almacenamiento ayudaron a salvar muchas vidas.

Antes de la guerra, los intentos de transfusión se vieron obstaculizadas por la coagulación de la sangre, lo que la hacían inadecuada para el uso.

Las transfusiones se realizaban directamente de persona a persona.

Sin embargo, con el descubrimiento de que el citrato de sodio evitaba que la sangre se coagulara, hacer transfusiones se tornó en una posibilidad.

Mientras tanto, el médico militar Capitán Oswald Robertson se dio cuenta que si se aseguraba de tener buenas reservas de sangre antes de las batallas, los heridos recibirían un tratamiento más rápido y eficiente.

1940

Tratamiento de quemaduras


Horribles quemaduras nuevas lesiones causadas por explosiones e incendios en buques de la Armada Real y aviones de la Real Fuerza Aérea (RAF) se hicieron comunes durante la Segunda Guerra Mundial.

Las víctimas podían sobrevivir, pero tenían más problemas a causa de sus complicadas heridas.

A menudo no podían comer o tomar líquidos y eran propensos a la infección.

Pero los pioneros tratamientos del cirujano Archibald McIndoe marcaron la diferencia entre la vida y la muerte de cientos de jóvenes.

Fue él quien introdujo la idea de irrigar heridas con un baño de solución salina y practicó nuevos métodos de cirugía para reparar la piel dañada.

Su trabajo mejoró la tasa de recuperación de los hombres y la calidad de vida.

2003

Aderezos con moluscos


Décadas más tarde, durante los conflictos en Irak y Afganistán, la necesidad de tratar hemorragias catastróficas rápidamente seguía siendo tan crucial como siempre.

La investigación en esta área llevó a la introducción de unos apósitos hemostáticos que contienen un inusual ingrediente: caparazón de mariscos molida.

Se había descubierto en ellas unas moléculas que crean una película en forma de banda que podía utilizarse para detener la pérdida de sangre.

Cuando entran en contacto con el área afectada, la sangre rápidamente comienza a coagularse, lo que suspende el flujo y tapona la herida.

El uso de estos apósitos ayuda a estabilizar a los pacientes y reduce las posibilidades de infección mientras se transfieren a una base médica.

2007

MERT – Equipo de Respuesta a Emergencias Médicas


Las lesiones devastadoras causadas por dispositivos explosivos improvisados ??(IEDs) se convirtieron en algo común a finales de la guerra de Irak. Requerían tratamiento inmediato.

Para el año 2007 MERT -helicópteros que transportan personal y del material- se convirtieron en la clave para el tratamiento de lesiones de IED en Irak y Afganistán.

Un Chinook, acompañado por helicópteros Apache para protegerlo del fuego enemigo, puede llegar a la escena del siniestro en un corto espacio de tiempo para recoger a las víctimas.

Una vez a bordo, el helicóptero funciona como una unidad aérea de servicio de Urgencias de un hospital, donde es posible dar tratamiento de estabilización hasta que aterrice en una base militar.

Para el año 2009, el 85% de las víctimas eran heridas por IEDs, pero gracias a MERT incluso amputados triples sobrevivían.

2007

9-line card


Se reconoce el papel de los soldados en los “10 minutos de platino” -el período crucial para el cuidado después de la lesión-. Una simple tarjeta se convierte en el equipo vital.

Se trata de la tarjeta de solicitud de evacuación médica de 9 líneas, un memorando usado para agilizar los mensajes de emergencia médica en enfrentamientos bélicos.

Se trata de una lista de 9 puntos de indicaciones para facilitar la comunicación clara de los datos necesarios para que los equipos médicos del hospital se preparen para el tratamiento mucho antes de recibir a los pacientes y asegura MERT entienda lo que se requiere para la evacuación.

Así, la información llega en orden, abreviada y completa: desde la ubicación (1) y frecuencia radial (2), hasta (3) el número de pacientes en orden de precedencia (Urgente; Urgente quirúrgico; Prioridad; Rutina; Conveniencia).

También, (5) la cantidad de pacientes en camilla o ambulatorios, así como (4) el equipamiento especial requerido (Ej: Izamiento o Ventilador).

Además, detalles sobre (6) la seguridad en el área de recolección, como si hay tropas enemigas en el área, (7) el método con el que están marcando el lugar donde los deben recoger (señales pirotécnicas, de humo, etc.), (8) la nacionalidad y estatus de los pacientes y (9) si hay contaminación biológica, nuclear o química.

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¿Sabías que…?

  • El uso de un torniquete para limitar la pérdida de sangre se conocía en épocas romanas y pudo haber sido desarrollado en el ejército romano y entre sus usos estaba la amputación.
  • Durante la Primera Guerra Mundial, doctores franceses formalizaron por primera vez el sistema de “triage” (un sistema de diferentes prioridades para maximizar el número de sobrevivientes). Los pacientes se dividían en tres categorías: quienes tenían más posibilidades de beneficiarse del tratamiento lo recibían antes que quienes podrían sobrevivir y aquellos que morirían de todos modos.
  • El descubrimiento de la penicilina en 1928 fue pasado por alto y sólo se convirtió en una droga efectiva en la Segunda Guerra Mundial, cuando investigadores médicos buscaban un método para controlar las infecciones en las tropas.

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