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La tierra del chicharrón

Este producto porcino es parte vital de la economía del municipio de San Felipe, departamento de Retalhuleu cuya fiesta patronal se celebra del 22 al 25 de noviembre de cada año en honor a Santa Catalina de Alejandría.

Templos de San Felipe Retalhuleu. (Foto: Hemeroteca PL)

Templos de San Felipe Retalhuleu. (Foto: Hemeroteca PL)

El primer aroma que se percibe al llegar a San Felipe es el de pan, por el número de comercios donde lo venden. Pero si algo caracteriza al municipio son sus chicharrones y la morcilla.

“Estos derivados del cerdo son tan famosos que las personas vienen desde lejos para degustarlos”, cuenta Gonzalo Alvarado, ex funcionario municipal. Mas este tampoco es el plato típico, ese puesto lo ocupa el pepián.

Pero los chicharrones están “siempre frescos”, destacan los vecinos. Además, no hay que buscar mucho para obtenerlos. El mercado se encuentra en el centro del municipio, atrás del templo católico. Al caminar por los pequeños callejones, hechos por diversos negocios, algunos improvisados, están las señoras que ofrecen chicharrones y morcilla; muy cercanas a ellas, casi a la par, se sitúan quienes venden las tortillas, y así complementar el platillo.

Dos iglesias

Lo que caracteriza a los poblados guatemaltecos es que en todos destaca el templo católico; sin embargo, aquí en San Felipe no hay una edificación religiosa, sino dos. A inicios del 2010 se comenzó a construir el nuevo templo, debido a que el antiguo se volvió insuficiente para albergar a la feligresía. La municipalidad donó el terreno contiguo donde se levantó uno más grande.

A pesar de eso, la primera iglesia no se demolerá, ya que es parte de la historia del poblado. Según Alvarado, los diseños son diferentes, es difícil hacerlas iguales. En 2012 fue inaugurado el nuevo templo cuyas obras ascendieron a Q1.7 millones gracias a las ofrendas y colaboración de los feligreses del municipio.

En el casco urbano de este municipio existen tres parques, el principal, el cual se encuentra cerca de las iglesias, al mercado y a la municipalidad. En el centro se aprecia un singular quiosco, al frente, dos filas de bancas de piedra, usadas por el público al asistir a algún evento cultural. El otro parque es un área con juegos para niños.

El más atractivo es el pequeño parque, conocido ahora como Mario Méndez Montenegro, el cual fue remodelado en julio de 2010. Antes, este se llamaba Plazuela Belice. Don Gaspar Alvarado, administrador del mercado, recuerda que en ese sitio predominaba una escultura, la que en su parte alta tenía una bola que representaba a Belice. “Por eso la plazuela era màs conocida como la bola”, agrega. De esa talla solo queda un trozo, que se colocó abajo del busto de Méndez Montenegro que dice: “Probidad y patriotismo, reintegrarán a Belice”.

Verdes fincas

San Felipe es principalmente una región agrícola, tiene valiosas fincas y beneficios de café y de caña de azúcar, algunas combinan ese cultivo con otros, como banano y limones. Varias de estas propiedades han abierto sus puertas al visitante como lugares ecoturísticos, “un ejemplo es la finca Santa Elena – en el kilómetro 187-“, cuenta don Gaspar.

En esos espacios es donde aún se puede observar la flora y la fauna propios del lugar, “ya que extensiones de tierra municipales ya no existen”, agrega. Pequeñas industrias son parte de la vida de sus habitantes, que en su mayoría son agricultores, se dedican a la elaboración de jabón, velas y dulces, los que son vendidos en el comercio local.

Historia

El Diccionario Geográfico de Guatemala supone que la fundación del poblado fue durante el periodo indígena. “Ya en ocasión de la dominación española, en el mapa elaborado por el capitán Juan de Estrada, Alcalde Mayor de la Provincia de Zapotitlán y Suchitepéquez que acompañó su informe del 22 noviembre 1579, aparece el pueblo de San Phelipe aproximadamente en su ubicación actual, con la indicación que contaba con 60 tributarios”, detalla.

Don Gonzalo cuenta que a los vecinos de San Felipe se les conoce como los champeles, “así nos llaman todos”, indica. Esto se debe a que según la tradición, el poblado fue fundado por personas que venían de Zunil, Quetzaltenango, quienes usaban pantalón corto con sombrero, a ellos les decían champeles “y por eso nos quedó ese apelativo”, agrega. Por su cercanía a ese departamento, el clima es cálido moderado.

Otra característica de este lugar es la tranquilidad con la que viven sus habitantes, “gracias a Dios aquí no se oye de que le roban sus bolsas o sustraen algo de un comercio”, comentan los vecinos. “Usted puede caminar por el parque a las 21 o 22 horas”.

San Felipe es un sitio que no puede dejar pasar por alto cuando viaja a Retalhuleu, y así disfrutar de sus famosos chicharrones.

Celebración

La fiesta titular se celebra del 22 al 25 de noviembre, por acuerdo gubernativo del 14 de febrero de 1887. En honor de la patrona del pueblo, Santa Catalina de Alejandría, el último día es el principal, cuando la iglesia conmemora a la virgen y mártir, a pesar de que el municipio lleva el nombre de San Felipe. La comida típica es el pepián. Los tamales tampoco pueden faltar en la mesa de los lugareños. El idioma es el castellano, pero tiene fuerte presencia el kaqchikel.

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