Guatemala

Mario Bonifaz: “El Inguat promociona poco a Xelajú”

Hace 79 años abría sus puertas en la ciudad de Quetzaltenango la Pensión Bonifaz, un negocio familiar que comenzó con apenas dos habitaciones y cuyos ingresos sirvieron  para el sostenimiento del hogar Bonifaz Lagrange.

A Jorge Mario Bonifaz le gusta convivir con su familia al aire libre y disfruta la gastronomía mexicana.

A Jorge Mario Bonifaz le gusta convivir con su familia al aire libre y disfruta la gastronomía mexicana.

Quetzaltenango.- Jorge Mario Bonifaz relata la historia de este tradicional hotel de Xelajú, que fue inaugurado cuando él apenas comenzaba a dar sus primeros pasos cuando tenía un año de vida, allá por el 7 de marzo de 1935.

Fue el último de los ocho hijos que procrearon Guillermo Bonifaz Córdova y Silvia Lagrange Villatoro.

El pequeño negocio funcionaba en la 9a. calle de la zona 1 de Xelajú.  El primer huésped que firmó el libro de registro fue Justo Comas, un empresario  de la capital.

Tres años después, el hotel se trasladó a la 4a. avenida, en un inmueble propiedad de la municipalidad altense, que lo alquiló por Q25 mensuales.

¿Por qué abrieron la  Pensión Bonifaz?

La situación económica del país era difícil. Mi mamá buscó una opción de ingresos para ayudar con los gastos de la familia, que era numerosa.

Darles de comer a sus ocho hijos no era una tarea sencilla. Yo nací un año antes de que abrieran el negocio familiar, crecimos al mismo tiempo y todavía nos mantenemos de pie. Toda la familia trabajaba. Mi mamá era la cocinera, mis hermanas arreglaban las habitaciones, y mis hermanos y yo nos encargábamos de mantener bien el lugar. Mi papá, Guillermo Bonifaz Córdova, tenía otros trabajos, pero luego se quedó al mando de la administración del hotel.

¿Cómo creció el negocio familiar?

Donde actualmente nos encontramos era una casa municipal, a la cual  mi familia se trasladó a vivir. Poco a poco logramos préstamos bancarios para comprar las propiedades aledañas y construir el edificio. Aumentamos paulatinamente el número de empleados y cada vez éramos más conocidos. Hicimos ampliaciones con anexos y la demanda fue cada vez mayor, con huéspedes extranjeros.

En 1966 se quemó el mercado municipal en la zona 1, razón por la cual la  comuna se vio obligada a agenciarse de fondos y puso en venta el inmueble donde estaba el hotel, ocasión que aprovechamos para comprarlo.  

En 1960 me casé con Victoria  Rodríguez y luego nuestros cuatro hijos se integraron al negocio. Mi esposa murió en 1995.

Si es uno de los hoteles más cotizados en Quetzaltenango, ¿por   qué mantienen el nombre de pensión?

Somos un hotel de cuatro estrellas, uno de los más antiguos de Xelajú y de los más cotizados. Algunas personas nos cuestionan el nombre de pensión, pero así fue fundado originalmente por mi mamá y así quedará hasta que sea posible. Hay clientes de la capital y del extranjero  que al escuchar el nombre de pensión cuestionan el tipo de alojamiento que recibirán, pero cuando se cercioran de lo que es,  cambian su forma de pensar.

¿Cuántas habitaciones tienen y qué servicios prestan?

De dos habitaciones crecimos a 75, todas con servicios completos, salones de recepción, piscina, restaurante y bar. El próximo paso será incluir un spa, para mayor comodidad de los huéspedes, un salón de belleza y algunos servicios extra, como cafeteras en cada cuarto.

¿Cuál es el perfil de sus clientes?

Tenemos de todo tipo de clientes, los extranjeros son más que todo europeos. Nos visitan hombres de negocios de la capital, representantes de instituciones privadas y estudiantes, entre otros. Un 50 por ciento son hombres de negocios y un 30 por ciento son turistas, así como extranjeros que trabajan en instituciones de la región.

¿A cuántas personas emplea?

Tenemos 62 empleados fijos; temporales contratamos alrededor de 20.

¿Qué tipo de menú ofrecen?

Tenemos  carta internacional y en el plato del día incluimos comida típica nacional.

¿Cuándo es la mayor demanda?

Todo el año, a excepción de mayo y octubre. La demanda es alta en cuanto a espacios para recepciones, actividades y hospedaje. En septiembre, por las actividades de feria, tenemos completas las habitaciones con la visita de candidatas a reinas. Entre las mejores temporadas están Semana Santa y agosto.

¿Qué obstáculos han afectado el negocio?

Los desastres naturales afectan mucho. Cuando hay manifestaciones en el país también nos vemos afectados porque los visitantes temen exponer sus vidas si vienen al país.

Obligaciones laborales, el pago de planilla es el gasto más fuerte que tenemos, pero hemos cumplido con todo hasta el momento. Mantenemos la política de que los empleados se van porque quieren, para nosotros son muy importantes, ya que el hotel sin ellos no sería nada. Todo el recurso humano que tenemos es parte de nuestro éxito.

¿En qué forma ha incidido la promoción de Quetzaltenango como destino turístico?

Muy poco, no ha sido explotado como quisiéramos todos los que trabajamos en  turismo. No solicitamos promoción como empresas, hoteles ni servicios, demandamos que el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) promocione a Quetzaltenango como destino turístico, pero se ha hecho muy poco en este aspecto.

¿Quetzaltenango puede competir con otros lugares turísticos como Antigua Guatemala y Petén?

Son distintos los servicios turísticos, no tenemos vida colonial como Antigua ni las ruinas de la cultura maya en Petén, tenemos tanto que ofrecer, pero necesitamos que nos ayuden a darnos a conocer.

El Inguat se quedó estancado en la promoción  de los mismos destinos. Quetzaltenango ofrece turismo de volcanes, lagunas, paisajes y artesanías, entre otros. Mi obligación es promocionar mi hotel, mi negocio; la obligación del Inguat es promocionar a Quetzaltenango.  La Gremial de Hoteles y Restaurantes de Quetzaltenango trabaja en la promoción de este lugar como destino, es una gran tarea, pero si no se recibe el apoyo institucional hay que buscar opciones para obtenerlo.

Perfil

“Recuerdo a la reina Sofía”

Don Jorge Mario recuerda que cursó sus estudios  en el Instituto Altense, Instituto Normal para Varones de Occidente y la Escuela Politécnica.

Posteriormente se especializó en  Administración de Empresas en Oakland Junior College, Estados Unidos.

En 1959 ocupaba la gerencia de la pensión y lo primero que hizo fue incrementarse el salario que recibía como recepcionista. De Q8 mensuales pasó a devengar Q25. En la actualidad está retirado, pero apoya en el negocio familiar.

¿Qué lugares busca, abiertos o cerrados?

Cuando estoy trabajando me gusta un ambiente tranquilo y cerrado, en  mi oficina. Cuando se trata de convivir en familia prefiero estar al aire libre, arreglar un jardín, apreciar la naturaleza.

¿Qué platillos le gustan?

La comida mexicana es mi mayor pasión. Mi papá era originario de Comitán, Chiapas, de allí proviene mi inclinación, aunque la cocina guatemalteca es  similar a la mexicana.

¿Recuerda algunas anécdotas de sus huéspedes?

Han venido a la pensión todo tipo de personalidades, desde funcionarios, actrices y cantantes. También candidatos a la Presidencia de la república, presidentes, ministros, entre otros, pero mi admiración fue mayor cuando nos visitó la reina Sofía de España, quien con su calidad humana, sencillez y personalidad dejó una lección de vida a quienes tuvimos la oportunidad de conocerla en persona.

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