Guatemala

Violencia trae a Guatemala a familia hondureña

Amenazados de muerte por no pagar la extorsión para vivir en su casa, cuatro miembros de una familia hondureña —dos padres y sus hijos— emprendieron el viaje hacia Estados Unidos, pero se quedaron en Guatemala.

Permanecer juntos es lo que quieren los cuatro miembros de la familia hondureña, que huyó de su país para evitar ser asesinados y que buscaban llegar a Estados Unidos.

Permanecer juntos es lo que quieren los cuatro miembros de la familia hondureña, que huyó de su país para evitar ser asesinados y que buscaban llegar a Estados Unidos.

“Nací en Honduras, salí de allá con mi mamá porque nos querían matar, me dio miedo”, relata la niña de tan solo 6 años, quien permanece en Guatemala junto a sus padres y un hermano de 2 años, hace mes y medio.

La pequeña, quien asistía a la escuela y le gustaba estudiar matemática, es testigo de la amenaza de muerte de que fueron víctimas sus padres, por no tener trabajo y no poder pagar el “impuesto de guerra”, como los mareros llaman en Honduras al cobro de las extorsiones.

“A nosotros, los mareros nos siguieron a tiros, porque yo ya no podía pagar. Tuve que salir del país, porque allá si no se paga, se muere, y no se puede hacer ninguna denuncia a las autoridades porque están con ellos”, afirmó a Prensa Libre el padre de familia, quien prefirió guardar su identidad.

La idea de los esposos de criar a sus hijos en un ambiente de amor no se pudo concretar en su país de origen.

“Honduras es malo, allá lo matan a uno rápido, entonces decidimos salir del país y pensamos que si nos ha de pasar algo malo, que nos pase en otro lado, pero no ahí. Decidimos salir a buscar algo mejor para nuestros hijos y para nosotros”, agregó.

Evitan peligros

Alcanzar el “sueño americano” tampoco se concretó para la familia hondureña. Los padres decidieron quedarse en Guatemala al escuchar los relatos de personas que vieron a niños, como los suyos, morir por distintas circunstancias.

“Salimos con la esperanza de ir al Norte, pero al ver el camino y las experiencias de las otras personas, de que los niños se están muriendo de frío y de calor, decidimos resguardar la vida de nuestros hijos y no seguir más adelante”, afirmó el progenitor.

Para la madre migrante, la situación es triste, pues sus hijos, en especial la mayor, extrañan su país natal.

“La niña ya sabe por qué estamos aquí, pero igual pregunta por sus tías, sus primos, por la escuela, por los maestros. Me dice: ‘¿mami, por qué no nos quedamos en otro lado de Honduras?'”, cuenta desconsolada.

No quieren regresar

Pese a esa situación, los niños de esta familia pueden considerarse afortunados por seguir en compañía de sus padres.

Según datos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, durante este año unos 46 mil 188 menores centroamericanos y mexicanos han viajado solos a Estados Unidos.

De esos niños, 11 mil 479 son guatemaltecos, 13 mil 282 hondureños; 11 mil 577 llegaron de México y nueve mil 850 son salvadoreños.

“El punto clave son las leyes y los gobiernos que tenemos, porque las autoridades saben que hay extorsiones y que los mareros se apoderaron de los países, pero no hacen nada”, reiteró el migrante.

La familia busca permisos especiales para quedarse en el país y trabajar.

“Él quiere conseguir trabajo, y que la niña vuelva a estudiar. Lo que no vamos a hacer es regresar, porque nos matan”, dijo la madre.

Según datos de la Dirección General de Migración, hasta el 23 de junio de este año fueron deportados desde México a Guatemala 30 mil 109 personas, entre nicaragüenses, salvadoreños y hondureños.

De esta cantidad, no se pudo determinar cuántas se quedaron en el país, muchos con la idea de volver a retomar el viaje hacia el país del Norte.

“Los centroamericanos tienen el permiso CA-4, con el que pueden trabajar sin necesidad de tramitar un permiso en la Cancillería, ese es un tema de Migración”, afirmó una fuente de la Cancillería. Sin embargo, en dicha dependencia tampoco cuentan con esos datos.

Informe

Aumento de casos  

En los últimos dos años, cada tres horas un niño o adolescente cruzó la frontera mexicana con  Estados Unidos, para  terminar deportado. Entre el 2012 y 2013 hubo un incremento del 9% de niños deportados desde México, afirma  el informe sobre la Situación de la Niñez y Adolescencia, elaborado por la Oficina de los Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala.

Funcionario

Niñez vulnerada

“La niñez que ha emigrado ha sido vulnerada en sus derechos humanos por las causas que la han obligado a emigrar de Honduras —inseguridad, pobreza, narcotráfico y pandillas—, y esa situación ha sido agravada por los atentados a su dignidad en los países de tránsito y de destino”, afirmó ayer  a medios locales el comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Roberto Herrera.

EE. UU.

Serán expulsados

El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Jen Johnson, reiteró ayer que los niños indocumentados que lleguen solos a ese  país no lograrán un permiso para permanecer en ese territorio. Las declaraciones fueron dadas en  Nogales, Arizona,  donde visitó un centro de detención que alberga a unos 900 menores que cruzaron la frontera sin compañía.

CancillerÍa

Apoyo legal

Con el propósito de encontrar representación legal para los menores migrantes que ingresaron en  forma irregular en Estados Unidos, el cónsul general de Guatemala en Los Ángeles, California, Pablo García Sáenz, se reunió con la directora general de la organización The Coalition for Human Immigrant Rights of Los Angeles (Chirla).

Esa entidad es una de las principales organizaciones proinmigrantes y que  ha conseguido  avances políticos en favor de la comunidad hispana.

García Sáenz afirmó, según  un comunicado de la Cancillería guatemalteca,  que una de las necesidades más importantes es la representación legal que los menores puedan necesitar durante el proceso de su deportación.

Angélica Salas, representante de Chirla, confirmó que se trabaja  con varias organizaciones  interesadas en ofrecer representación legal gratis o de bajo costo.

“Es importante que estos menores tengan una representación legal confiable. Proporcionaremos a los consulados un directorio de firmas que pueden colaborar”, indicó la activista, según la misma nota.

En la reunión también participaron los cónsules generales de Nicaragua, Costa Rica y la vicecónsul de El Salvador.

El cónsul de Guatemala en McAllen, Texas,   Allan Pérez Hernández, dijo a Prensa Libre que se teme que la próxima semana comiencen  los  procesos de expulsión en cortes de Estados Unidos.

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