Comunitario

Cerro Alux no era habitable

El deslizamiento de una parte del cerro Alux, que obligó a la evacuación de cientos de familias puede tener su origen en una extensa red de fallas geológicas a lo largo de la cordillera, la cual la hacía inhabitable.

Secuencia de fotografía satelital de Servir, donde se evidencia el crecimiento de la población en los últimos 25 años, en el área protegida, marcada con la línea verde. En  amarillo aparecen cubiertas 84 hectáreas con viviendas; en color naranja subió a 346, y en la última, a 680, lo cual sobrecargó el lugar.

Secuencia de fotografía satelital de Servir, donde se evidencia el crecimiento de la población en los últimos 25 años, en el área protegida, marcada con la línea verde. En amarillo aparecen cubiertas 84 hectáreas con viviendas; en color naranja subió a 346, y en la última, a 680, lo cual sobrecargó el lugar.

Pese a que imágenes de satélite tomadas con el Sistema Regional de Visualización y Monitoreo de Mesoamérica (Servir) y con el denominado equipo Cathalac demostraban los riesgos en la zona, que fue declarada área protegida en 1997, esta tuvo una expansión urbana de 28 por ciento anual en los últimos 25 años.

El análisis de Cathalac también explica que el área tiene una alta permeabilidad, lo que la convierte en una zona de recarga hídrica muy importante para el departamento de Guatemala.

Sobre el agua

Los 53.7 kilómetros cuadrados incluidos en el área protegida de la cordillera Alux tienen como objetivo primario “mantener funciones hidrológicas del área, con el fin de evitar la erosión”, según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas.

Un estudio hidrológico practicado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón en 1995 revela que el área tenía un caudal de recarga con capacidad de cinco mil 772 metros cúbicos por día.

Además, el cuerpo de ingenieros de Estados Unidos establece una escala cuantitativa de este tipo de áreas y ubica a la cordillera en la categoría “muy grande”, con un nivel de recarga de cuencas subterráneas de 65 litros por segundo.

Sin embargo, lejos de preservar ese cuerpo de agua, el estudio de Servir revela que la población aumentó, en promedio, 28 por ciento anual en el área protegida en los últimos 25 años.

“Para 1986 se estimó que las áreas urbanas cubrían 84 hectáreas en el área protegida, para el 2003 aumentó a 346 hectáreas y para el 2011 pasó a 680 hectáreas, lo que equivale a un incremento de 709 por ciento en 25 años”, indica el reporte.

Las colonias La Asunción, Los Magueyes y Buena Vista, que son las más afectadas, se encuentran sobre la cuenca subterránea y las fallas geológicas.

El estudio refiere que estos dos factores figuran como los responsables del fenómeno.

Alejandro Maldonado, director ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), reconoce el trabajo de Cathalac y dijo que es un equipo con alta credibilidad.

Maldonado aclaró que, aunque el estudio aporta otros detalles, no reemplaza el trabajo de campo hecho por expertos de la Conred.

De acuerdo con el funcionario, esta entidad coincide en que el problema en el cerro aumentó con la construcción desordenada en un tipo de suelo que no era apropiado.

No es nuevo

Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, explicó que la falla de Mixco siempre ha estado activa y representa un peligro para ciertas colonias del sector.

Sánchez señaló que, dos días después del terremoto que azotó Guatemala en 1976, una réplica con intensidad de 6.3 grados en la escala de Richter causó daños similares y la responsable fue la falla de Mixco.

“Hay evidencia en las laderas y árboles de la zona de que los deslizamientos han ocurrido en otras oportunidades. La diferencia es que no estaba poblado”, expresó.

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