Comunitario

Desnutrición afecta a niños en Escuintla

A 75 kilómetros de la capital, en la aldea Florido Aceituno, Escuintla, 19 niños padecen desnutrición aguda. Las enfermedades diarreicas y la deshidratación que padecen los afectan al extremo de que lloran sin lágrimas y su peso es significativamente menor al promedio normal.

Carlos raúl, José Antonio y Estuardo son parte de una familia de 13 miembros.

Carlos raúl, José Antonio y Estuardo son parte de una familia de 13 miembros.

Un diagnóstico nutricional efectuado por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) permitió detectar que este grupo, todos menores de 5 años, presentan estatura baja y masa corporal débil, palidez en el rostro y dificultad para hablar; ojos tristes y hundidos y boca reseca, debido a la falta de líquido.

Casos críticos

José Antonio y Carlos Raúl son gemelos de 4 años. Su hermano Estuardo, 5, tenía pocos meses de edad cuando su madre se embarazó, lo que causó que la lactancia materna para los tres fuera insuficiente.

Sin embargo, José Antonio es el más afectado, ya que pesa apenas 23 libras, mide 90 centímetros y su semblante es pálido. Los gemelos tienen nueve hermanos y uno que falleció hace algunos años. Su padre no tiene trabajo —la época de zafra comienza a mediados de noviembre y termina a finales de abril— y viven en la parte alta de la aldea, a donde no llega agua entubada.

Leslie es una de las niñas que fueron encontradas en estado grave. Al momento de la visita de Prensa Libre padecía una infección intestinal, diarrea constante, fiebre y estaba tan deshidratada que su llanto era leve y sin lágrimas.

La menor tiene 1 año de edad y pesa 14.8 libras. Hace dos años su madre perdió a un bebé de ocho meses en las mismas circunstancias.

Otra de las niñas con desnutrición es Yoeli, de 2 años y medio. Ella está en tratamiento en el centro de Salud de la aldea, tiene un hermano de 5 y de su caso destaca que su madre, de 19, quedó embarazada a los 13, por lo que su fisiología aún joven no permitió una correcta alimentación a sus hijos.

Costumbres influyen

La mayoría de familias visitadas no están acostumbradas a hervir el agua que extraen de un pozo natural, a varios kilómetros de distancia.

Los jefes de familia, cuando están presentes, no tienen un trabajo fijo y deben migrar a otros departamentos cuando termina la temporada de zafra en los cañaverales. Además, por la pobreza, la mayoría andan descalzos.

ESCRITO POR: