El periodista Juan Antonio de La Roca, en un artículo publicado en 1975 en la Revista del Sesquicentenario de Quetzaltenango, apunta que el 22 de junio de 1838 nació el mencionado medio, en la primera imprenta que se instaló en la ciudad: la del Estado de Los Altos.

Francisco Cajas Ovando, también periodista, refiere en su libro Cronología del periodismo quetzalteco que en el primer número de El Quetzal se informó sobre las manifestaciones de júbilo entre los altenses por la reciente declaratoria del Estado de Los Altos, el Sexto Estado de Centroamérica, el 2 de febrero de 1838. Cajas añade que la tercera edición de ese rotativo fue dedicada en su totalidad al quetzal, cuando aún no era símbolo patrio.

Nuevo intento

El 27 de abril de 1839 nació El Cometa, y el 1 de julio vio la luz El Popular. El 27 de agosto apareció el primer órgano de prensa dedicado a noticias gubernamentales, La Gaceta del Gobierno de Los Altos, que daba a conocer las disposiciones del gobierno del entonces Sexto Estado.

Estos cuatro medios se reprodujeron también en la Imprenta de Los Altos, y en ellos figuraron los primeros periodistas quetzaltecos como Miguel Larreinaga, Mariano Gálvez, los hermanos Barrundia y los doctores Quiñónez, Sunzín, Manzanares y Simón Vasconcelos.

Pero el periodismo quetzalteco no quedó ajeno a las pugnas entre el gobierno central y los quetzaltecos.

El presidente Rafael Carrera invadió y disuelvió Los Altos y se llevó la imprenta, con lo cual cesaron las ediciones.

El 5 de septiembre de 1848 resurgió el Estado de Los Altos, y con este, el quinto periódico local, El Informe, en la imprenta de Francisco Suasnavar.

Nuevamente Carrera suprimió la autonomía, el 21 de octubre de 1848.

Años después

Tras una larga pausa de periodismo, pues Carrera y su sucesor, Vicente Cerna, mantenían férreo control, apareció un periódico de tinte escolar y pedagógico llamado El amigo de la juventud, dirigido por el cubano Anselmo Valdés —primer director del Instituto Normal para Varones de Occidente (Invo)— y el doctor Juan Venero.

Más tarde sugió El eco de occidente, dirigido y redactado por Rafael Arroyo.

En 1877 nacieron los periódicos El libre pensamiento, El Gallo y Diario de Occidente. Este último fue fundado por el ecuatoriano Federico Proaño y reproducido en la imprenta de Mariano López Pacheco.

Ese mismo año surgió El bien público, que por su formato y contenido ha sido catalogado como el primer gran diario de Quetzaltenango.

Este medio fue fundado por los salvadoreños Antonio Grimaldoi y Baltasar Estupinián. El diario, apunta De la Roca, legó un periodismo serio, que presentaba artículos de fondo, notas de carácter doctrinario, noticias nacionales e internacionales y publicidad. Fue exitoso, tuvo gran demanda y varios directores, entre quienes se menciona a Francisco Gavidia, Antonio Alvarado y Carlos J. Martínez.

Dejó de circular en 1898 y fue una de las primeras víctimas de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, quetzalteco que ocupó la presidencia del país durante 22 años. Aún así proliferaron folletos, revistas y algunos periódicos.

Siglo XX

El ambiente político no cambió mucho en Guatemala durante dos décadas, pero en Quetzaltenango bulleron publicaciones de diversa periodicidad y especialidad.

El Avisador, rotativo trimestral publicado por Ricardo Contreras, fue el primero en surgir hacia 1900. Le siguieron el semanario cultural El Duende, y de 1901 a 1907, El obrero altense, Las Noticias, La voz de los obreros y La Libertad, publicado en San Juan Ostuncalco

También circuló El Demócrata, que pertenecía a correligionarios de Estrada Cabrera. Hubo varias revistas de corte literario y político a favor del dictador, quien mantenía un fuerte control sobre estas.

En septiembre de 1920 surgió El ciudadano, de tendencia opositora. La década hasta 1930 vio impresos estudiantiles y hasta espiritistas.

Según el cronista Francisco Cajas, durante la dictadura de Jorge Ubico fueron cerrados todos los periódicos “hasta dejar uno oficial que era el encargado de decir lo que el Gobierno quería”.

Hubo un resurgimiento con la Revolución de 1944, y para 1960 el periodismo quetzalteco tenía ya un lugar de respeto en el ámbito nacional.

Aunque circularon diarios matutinos y vespertinos en varias épocas, duraron pocos años.

En 1984 surgió elQuetzalteco, como un inserto de Prensa Libre, y en el 2000 cobró vida propia como bisemanario, después trisemanario y a partir de mañana se convertirá en diario, con la misma misión de hace 29 años: ofrecer la mejor información a los lectores de Quetzaltenango y las regiones circundantes.

elQuetzalteco
Rotativo de calidad en evolución

Aunque han circulado varios medios escritos a través de la historia  altense, elQuetzalteco es el periódico que  lleva más tiempo  en Xela: 29 años, con una frecuencia cada vez mayor.

elQuetzalteco nació en 1984 y empezó a circular cada mes como un suplemento sabatino de este diario. Durante la primera década de vida logró aumentar las ediciones emitidas.

En 1999 vivió una nueva fase, con vida propia como publicación: salió como  bisemanario desde el 2002, tres veces a la semana.

En el 2007 llegó a la web la edición de elQuetzalteco, que hoy tiene un promedio de  un millón 500 mil visitantes durante un año.

A partir de mañana,  elQuetzalteco vivirá una nueva etapa como publicación diaria, de lunes a sábado, con nuevas secciones, un diseño totalmente renovado, sin faltar  Mi Región, que abarca las realidades de varias localidades circundantes.

El nuevo diseño de elQuetzalteco integra  los colores que identifican la tierra que lo vio nacer hace 29 años, Este medio impreso de comunicación constituye una ventana informativa regional pero también un excelente vehículo para las inversiones publicitarias, pues  posee el promedio más alto de lectores en todo el país: nueve personas por ejemplar.

Después de 175 años de historia periodística en Quetzaltenango, la misión de elQuetzalteco es continuar con la tradición de un periodismo de excelencia, al servicio de cada lector, con información oportuna, completa y bien presentada.

Por Marck Juárez

Antecedentes
Historiador recuerda que han circulado varios medios escritos de gran importancia en Xelajú.

La mayoría eran matutinos, pero hubo dos vespertinos, el Diario de la Tarde y el Diario de Quetzaltenango, en la década de 1930, según el cronista Francisco Cajas. 

El periodismo quetzalteco ha sido fructífero, pues varios periódicos del siglo XX llegaron a contar con  su propia imprenta Chandler y solían tener el formato de tabloide. Tenían un máximo de 22 páginas.