“Las víctimas se mueven de zona o municipio y temen ser encontradas. Es entonces cuando optan por la migración internacional. Hay un desplazamiento forzado al interior y luego al exterior”, precisó Julia González, coordinadora ejecutiva de la Mesa Nacional para las Migraciones (Menamig), después de haber explicado el estudio, presentado con ocasión del Día Mundial de los Refugiados.
González afirmó que los migrantes que huyen de la violencia pueden optar a la condición de refugiado en cualquier país, según los protocolos internacionales. “Están deportando personas que deberían ser sujetos de protección internacional y tener acceso al estatus de refugiado, porque su vida corre peligro”, expuso.
CRÍMENES
El estudio indica que los migrantes han huido de sus países por temor a ser víctimas de secuestro, homicidio o extorsión. Además, los adolescentes escapan para evitar integrarse a pandillas juveniles. Los departamentos donde ocurre más este fenómeno son Guatemala, Quetzaltenango, Huehuetenango, Quiché y San Marcos.
Una muestra de que la violencia obliga a la migración es que ahora las familias intentan llegar juntas a EE. UU., al igual que niños y adolescentes, que huyen de las pandillas.
“Hay familias enteras de tres generaciones, en donde van desde los abuelos hasta los nietos. También son muchos los jóvenes y adolescentes que huyen porque no quieren ser reclutados por maras o porque han sido testigos de homicidios y son amenazados”, afirmó Juan Luis Carbajal, director de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica.
El activista coincidió en que este tipo de migrantes pueden optar al estatus de refugiado. “pero muchos no conocen este derecho y no piden ser reconocidos como tales, lo cual los pone en mayor vulnerabilidad, en especial a la niñez”.
En cuanto a la posibilidad de que EE. UU. deporte a más de 11 mil niños que se encuentran detenidos en cárceles de Texas y Arizona, como lo habrían advertido algunas autoridades de ese país, Carbajal indicó que “deben considerar otras soluciones” para mitigar esa crisis humanitaria.